Los datos que presentó la institución de comercio exterior indicaron que, del 2020 hasta noviembre del año pasado, las exportaciones de castaña sumaron 128.105 toneladas y dejaron un valor de $us 773 millones.

El detalle por año mostró que en el 2020 se exportaron 25.504 toneladas de castaña y dejaron un valor de $us 127 millones, en 2021 fueron 23.943 toneladas y un valor de $us 157 millones, en 2022 registraron 27.554 toneladas y $us 198 millones, en 2023 fueron 23.688 toneladas y $us 115 millones, y entre enero y noviembre del 2024 se exportaron 27.416 toneladas de este producto dejando un valor $us 176 millones.

Los principales destinos de estas exportaciones en 2024 fueron Países Bajos 31%, Estados Unidos 21%, Reino Unido 13%, Alemania 9% y Canadá 3%. El restante 23% fue distribuido en 29 países.

Por otro lado, los principales departamentos exportadores, entre enero y noviembre del año pasado, fueron Santa Cruz, Beni, Pando y Cochabamba.

Cambios climáticos

Agustín Vargas, gerente propietario de la beneficiadora San Agustín y expresidente de la Cadexnor, manifestó que estas cifras son parte de lo que su sector está acostumbrado a ver en los últimos 20 años porque la castaña al ser “un producto netamente forestal de la Amazonia” su producción depende de los cambios climáticos y por eso es que se tienen variables bien pronunciadas cada año, pero lo bueno es que la estabilidad se mantiene.

“Superar las cifras del 2022 es poco probable debido a que las sequías están empezando a verse más pronunciadas y, por otro lado, está la fuga de materia prima hacia países vecinos que es cada vez mayor sobre todo ahora con la devaluación de nuestra moneda”, manifestó Vargas.

Agregó que la falta de divisas extranjeras, como el dólar, no ha sido un problema para ellos porque son “netamente” productores y transformadores de los productos de la Amazonia, pero han tenido inconvenientes han sido por la falta de diésel y gasolina.

Tienen como meta continuar exportando sus productos con seguridad jurídica, además de políticas y acciones que cuiden su materia prima.

“Y evitar la fuga (de materia prima) que está haciendo mucho daño a la región norte del país. Esta actividad (producción de castaña) mueve más de 75% de la economía del norte de Bolivia”, complementó el productor.

Hace unos días, analistas y economistas señalaron que los productos no tradicionales de exportación bolivianos como la castaña son una alternativa para traer divisas en 2025 y por ello el Gobierno nacional debe dar un “golpe de timón” en las políticas públicas y brindar las condiciones a quienes buscan exportar.

Gary Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), destacó que con la castaña se tiene una ventaja competitiva a nivel mundial como el primer exportador del planeta, pero agregó que el 2024 no fue un buen año para las Exportaciones No Tradicionales (ENT) en su conjunto.

“La expectativa es recuperar al país de semejante bajón, con la esperanza de generar más divisas que tanta falta nos hacen en el momento actual, para lo cual son necesarias tres seguridades: seguridad jurídica, seguridad de mercados y seguridad de buenas políticas públicas”, manifestó el representante del IBCE.

En diciembre del año pasado, una nota de prensa de la Cancillería boliviana mostró que Bolivia es el primer exportador mundial de este producto reportando $us 115 millones con una participación del 49% del total, seguido por Alemania, país reexportador con el 15% ($us 36 millones), Perú con el 12% ($us 29 millones) y Brasil con el 8% ($us 18 millones), en la gestión 2023.

Fuente: El Deber 

Sección: Economía 

Fecha: 21/01/2025