Las investigaciones de Embrapa realizadas en campos experimentales y cultivos comerciales evaluaron la microbiota en suelo del Cerrado bajo sistema de siembra directa (SPD) durante cinco años y en integración cultivo-ganado (ILP), después de 15 años de implementación del sistema. Los resultados en diferentes áreas mostraron cambios beneficiosos en la composición de hongos y bacterias del suelo, con importantes funciones asociadas al control biológico natural de enfermedades.
En un estudio realizado en la Fazenda Capivara, de la Embrapa Arroz e Feijão, en Santo Antônio de Goiás (GO), se observó que la diversidad de hongos aumentó en el ILP, en comparación con el ambiente de referencia, que era un área vecina de bosque nativo . Esto vuelve a posicionar a la ILP como una de las tecnologías capaces de mejorar la salud del suelo no sólo ayudando a preservar los microorganismos que allí viven, sino también fomentando el aumento de esta biodiversidad.
El estudio se desarrolló en un área subdividida en diez parcelas, seis de temporal y cuatro cuadrantes de riego por pivote central, abarcando aproximadamente 95 hectáreas. El sitio, que ya se encontraba bajo cultivo sin labranza, fue incorporado al ILP con rotación entre cultivos de arroz, maíz, soja y pastos; o incluso en un consorcio entre maíz y pasto en el llamado Sistema Santa Fé.
El equipo de investigación recolectó, durante dos años consecutivos, muestras de suelo cercanas a las raíces, que fueron sometidas a un procedimiento de extracción de ADN para análisis molecular.
El foco estuvo en la obtención de material genético de hongos y bacterias para comprender la estructura de estas poblaciones y su respuesta al manejo de áreas de integración bajo riego de temporal y de pivote central. También fue parte del estudio evaluar las poblaciones de hongos que habitan el suelo y atacan las raíces; y nematodos en estas zonas, buscando entender las cadenas alimentarias que ayudan a evitar que estas poblaciones se salgan de control y provoquen pérdidas de cultivos.
Los resultados de estos análisis de laboratorio se sometieron a análisis de datos y, tras la evaluación de expertos, mostraron que los hongos y las bacterias responden de manera diferente al sistema ILP. Se pudo observar un aumento en la diversidad de hongos del suelo, que no se detectó en relación a las bacterias. En el caso de los hongos benéficos del suelo, según el investigador de Embrapa Murillo Lobo Júnior, los datos muestran que el manejo del ILP, ya sea de secano o de riego, también aumentó la diversidad de hongos en comparación con la vegetación nativa.
“Los resultados revelaron una mayor diversidad de hongos en las parcelas integradas de cultivo y ganadería en comparación con el bosque nativo adyacente, demostrando la capacidad de respuesta de estos microorganismos a la rotación de plantas y cultivos; y humedad del suelo. En cambio, las bacterias no respondieron en términos de diversidad a la rotación anual de cultivos con pastos, con cambios menos perceptibles”, afirma Lobo.
Según el investigador, una hipótesis para este hallazgo es que las bacterias están menos influenciadas por la rotación de cultivos y los pastos; y que otros elementos, como la humedad del suelo, que es diferente en condiciones de secano que en condiciones de riego, interfieren significativamente con estos resultados.
Lobo agregó que los análisis también encontraron muchas diferencias entre las especies de hongos en ambos ambientes: ILP y vegetación nativa del Cerrado, es decir, después de muchos años de manejo, las especies que estaban en la vegetación nativa eran muy diferentes a las presentes en ILP. Esto indica que el entorno agrícola con prácticas sustentables modifica con el tiempo las especies que conforman los agroecosistemas.
Presencia de hongos beneficiosos y agricultura regenerativa.
En otra investigación, se realizó un ensayo de cinco años en Planaltina (DF), para evaluar el efecto de los cultivos de cobertura implementados en la segunda cosecha, en otoño, sobre la diversidad de microorganismos del suelo y su relación con los hongos del suelo causantes de enfermedades.
Este ensayo se llevó a cabo en una investigación colaborativa con la Asociación Brasileña de Consultores de Frijol (ABC Feijão). Con base en los resultados obtenidos, cinco años no aumentaron la diversidad de hongos y bacterias en el suelo, pero los cultivos de cobertura cambiaron los géneros de microorganismos más frecuentes en el suelo, varios de ellos vinculados a la supresión de hongos del suelo causantes de enfermedades.
Además, otro punto destacado por Lobo es que las redes de microorganismos que se formaban alrededor de las raíces cambiaban dependiendo de los cultivos de cobertura que se cultivaban. Este tipo de investigaciones trae discusiones de temas actuales como la agricultura regenerativa, que busca mantener la calidad y la vida en el suelo para la producción de alimentos. “Hemos conocido mejor las funciones de algunos microorganismos que se fomentan con un manejo correcto, y que dejan un efecto benéfico que se extiende desde el frijol bajo riego en invierno hasta la soja, realizado en primavera y verano”, comenta Lobo.
Según el investigador, estudios como el realizado recogen datos aún escasos sobre sistemas como la plantación directa sobre paja y el ILP y pueden favorecer la difusión de estas tecnologías.
“Al comprender cómo el Sistema de Siembra Directa y sus diversas formas de manejo incentivan la comunidad microbiana del suelo, obtenemos información que puede incrementar la adopción o mejora de los sistemas, con beneficios para la actividad en relación al manejo tradicional con poca diversidad de cultivos. Idealmente, estos efectos beneficiosos también deberían entenderse en otras áreas, para mejorar los servicios en el agroecosistema que brindan los cultivos de cobertura”, añade.
Fuente: Canal Rural
Sección: Agricultura
Fecha: 21/05/2024