Diversificarse hacia la producción de cacao: por qué más caficultores deberían considerarlo

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Iniciemos con un dato relevante. El precio de la tonelada métrica de cacao rompió récords históricos a finales de mayo de 2024 cuando su valor llegó a rozar los US $12 000. Esto implicó un aumento de 300 % en relación a los US $3000 que se pagó por la misma tonelada un año atrás, en mayo de 2023.

 

Con este nivel de precios, en parte explicado por problemas climáticos en Costa de Marfil y Ghana que pusieron en riesgo el cumplimiento de contratos por escasez, es válido preguntarse si los caficultores deberían pensar en diversificar su producción hacia el cacao y así darle viabilidad financiera a sus fincas.

 

Para responder a este cuestionamiento conversé con Edilmer Figueroa, líder de suministro de Cacao Hunters Colombia, y Karla McNeil-Rueda, fundadora de Cru Chocolate, una empresa situada en California que desarrolla productos a base de cacao para la industria del café de especialidad. 

 

Semejanzas entre la producción de café y cacao

Antes de tomar decisiones sobre la diversificación en las fincas de café, es importante conocer la similitudes y diferencias que tienen los cultivos en los que se está pensando ampliar la producción, en este caso el cacao.

 

Para Edilmer, los dos cultivos tienen algunas semejanzas. “En los dos, la genética y cuidado en finca serán claves para el desarrollo de sus atributos sensoriales. También, son una fuente de empleo y desarrollo comunitario. A pesar de eso, cada cultivo tiene requerimientos agronómicos y poscosecha, que si bien pueden ser parecidos, deben analizarse por separado. Estos son determinantes en los niveles de productividad y calidad”.

 

Por ejemplo, el cacao crece muy bien en alturas bajas, entre los 0 a 1200 m s.n.m. En el café puede ser diferente, en especial para los Arábicas que necesitan condiciones geográficas por encima de los 1200 m s.n.m. De igual manera, el cacao es un cultivo que requiere ser sembrado bajo sombra. Un requerimiento que no es imperativo en el caso del café, aunque sí recomendable. 

 

La producción de cacao y café tienen muchas similitudes, señala Karla. “Los dos requieren climas cálidos y húmedos, y su cultivo implica un cuidado meticuloso, desde la plantación hasta la cosecha. Además, tanto el cacao como el café pasan por procesos de fermentación y secado cruciales para desarrollar sus sabores únicos”.

 

Ella agrega que “a escala de producto terminado, los dos son transformados por el tuste y la molienda. Ambos, a su vez, dependen altamente del trabajo manual, con 25 millones de caficultores en el mundo y casi seis millones de productores de cacao”.

 

Instalaciones poscosecha y mano de obra

¿Puede servir la infraestructura instalada en las fincas cafeteras para producir cacao? Aunque en teoría las instalaciones para fermentación (beneficio) y secado de café se podrían usar para procesar cacao, es importante tener en cuenta los ciclos de cada cultivo y las condiciones climáticas en las fincas.

 

Edilmer explica que “la recolección del cacao se realiza durante todo el año pero existe una cosecha principal que dura entre ocho y diez semanas. Usualmente, coincide con el corte del café. Además hay una cosecha intermedia en los seis meses siguientes”. 

 

En estos dos escenarios se recolecta alrededor del 70 % de la producción anual. Al coincidir las cosechas principales de café y cacao, es fundamental para quienes manejan las fincas dimensionar las producciones de cada grano para saber si la capacidad instalada será suficiente para fermentar y secar los dos productos en simultáneo.

 

Lo mismo ocurre con la mano de obra, cada vez más escasa en las plantaciones de café. “Es necesario asegurarse que se tendrán trabajadores disponibles para la recolección y la fase poscosecha de los dos productos”, resalta Edilmer.

 

La utilización de los recursos

Karla opina que los caficultores pueden combinar los dos cultivos usando los recursos disponibles en la finca. “Las infraestructuras para secar y fermentar café pueden adaptarse para procesar el cacao, ya sea en patios o en camas secadoras. También, hay mercado para cacao lavado que podría usar pilas de fermentado para café. En fincas más tecnificadas, ambos pueden ser fermentados en tanques de acero, con lo que se aprovecha mejor este recurso”.

 

Acoplar los recursos de las fincas cafeteras a la producción simultánea de cacao, según ella, “ayuda a diversificar las fuentes de ingresos de los agricultores y maximizar el uso de sus recursos. Además, puede ayudar a prevenir la migración durante temporadas bajas”.

 

Para Edilmer, en las épocas del año en que no hay cosechas fuertes, los caficultores pueden, sin problema, distribuir su esfuerzo y tiempo en trabajar paralelamente cultivos de cacao, que ayudarán a darle una sostenibilidad financiera a sus unidades productivas.

 

Cacao: ¿una respuesta al cambio climático?

La producción de cacao puede ser una excelente respuesta para adaptarse al cambio climático, comenta Karla. “El cacao es más resistente que el café a algunas condiciones extremas y puede crecer en áreas donde los cafetales ya no son viables. Diversificar con cacao puede hacer que las fincas sean más resilientes y rentables a largo plazo”.

 

Edilmer está de acuerdo. “El cacao es una opción válida frente al cambio climático. Este producto, al requerir sombra, permite tener alternativas diversas de asocio transitorio y definitivo, como cultivos de pancoger (maíz, yuca, plátano, fríjol), maderables y frutales en función a las condiciones de agroclimáticas de la zona o finca”. 

 

Esto, sumado a las podas continuas que demanda el cacao, permite:

  • Fijar carbono
  • Mejorar la salud del suelo
  • Aportar a la seguridad alimentaria
  • Promover la biodiversidad de flora y fauna 

 

Adicionalmente, el cacao es un cultivo de ciclo largo, que con una labranza mínima del suelo, puede desarrollar agricultura regenerativa y orgánica, lo que ayuda a cuidar mejor los recursos naturales.

 

Producción de cacao en zonas no aptas para café

El cambio climático está obligando a los productores de café Arábica a buscar zonas de mayor altitud para desarrollar sus cultivos con el objetivo de mantener una productividad y calidad adecuada.

 

Este fenómeno está dejando una zona marginal baja cada día más amplia y rápidamente disponible en las fincas, subraya Edilmer. Tomando en cuenta que el cacao puede crecer en alturas más bajas, este cultivo es una alternativa para darle un uso a estas tierras.

 

“Es recomendable que la transición hacia el cacao venga acompañada de un análisis agroambiental de cada zona o finca para dar pasos acertados en la selección de materiales a plantar, densidades de siembra, sistemas agroforestales y especies con las que se va a asociar”, dice.

 

Previo a la siembra de cacao se debe conocer del manejo técnico del cultivo, donde las podas juegan un papel importante en la productividad. En requerimientos de calidad, el primer punto a validar es la presencia de cadmio en el suelo, ya que es un limitante comercial si sobrepasa los niveles permitidos.

 

Karla coincide en que el cacao puede producirse en zonas que dejaron de ser aptas para el café. “Este cultivo puede tolerar una mayor variabilidad en las condiciones ambientales y del suelo que el café, lo que lo convierte en una alternativa viable para los agricultores”.

 

¿Qué tan grande es el mercado del cacao?

Karla menciona que el mercado de cacao es grande y está en crecimiento. “Hoy, se producen 4,8 millones de toneladas anuales a escala global, mientras que el café se sitúa en una producción de 10,2 millones de toneladas”. 

 

Cada vez más consumidores buscan chocolate de alta calidad y origen ético, lo que abre oportunidades para los productores de cacao fino y artesanal. 

 

“Aunque el mercado del cacao no es tan grande como el del café, está creciendo. Existe una tendencia a diversificar el consumo de bebidas durante el día. Actualmente, hay ocho millones de hectáreas de cacao sembradas en el mundo, frente a los diez millones de hectáreas de café”, asegura Karla. 

 

A esto hay que agregar que el mercado mundial del cacao hoy está pasando por un periodo de escasez, lo que sumado a especulaciones de intermediarios, ha traído precios récords, lo que no deja de ser atractivo para cualquier productor.

 

¿Se parecen los mercados del cacao y el café especial?

El mercado del cacao artesanal es similar al del café de especialidad en términos de enfoque en la calidad, el origen y las prácticas sostenibles, apunta Karla.

 

“Ambos mercados valoran la trazabilidad y la relación directa entre productores y consumidores. Asimismo, ponen énfasis en la genética y los procesos de fermentación como determinantes de sabor y calidad”. 

 

Por otro lado, la fabricación de chocolate se puede realizar en la finca y exportar a mercados consumidores, algo muy diferente a lo que ocurre con el café, cuyo tueste debe ser siempre fresco.

 

La producción de cacao artesanal es muy factible y tiene un gran potencial al enfocarse, al igual que el café de especialidad, en la calidad y la trazabilidad, ofreciendo productos únicos y de alta gama que pueden obtener precios más altos en el mercado. 

 

Los productores latinoamericanos tienen una ventaja significativa debido a las condiciones geográficas óptimas para el cultivo de cacao y la rica tradición en su producción. 

 

“Además, el chocolate ha sido la bebida de preferencia en el continente americano por muchos más años que el café, lo que da a Latinoamérica una gran ventaja cultural y genética. Por ejemplo, Ecuador es un líder a seguir en términos de producción de cacao en la región”, sostiene Karla.

 

Conclusiones finales

El café y el cacao son productos con beneficios y cualidades particulares que tienen, a la vez, similitudes tanto en el cultivo, como en la producción y el comercio global. Por eso, ambos pueden coexistir y enriquecerse mutuamente tanto en el campo como en el mercado. 

 

Es indudable que la diversificación en las fincas hacia el cultivo de cacao puede ofrecer más opciones a los consumidores y aumentar la resiliencia de los agricultores, en especial si esta se desarrolla bajo parámetros de sostenibilidad y cuidado del ambiente.

 

Alcanzar una sostenibilidad financiera a largo plazo es, cada vez más, un desafío imponente para las fincas cafeteras. Voltear la mirada al mercado del cacao puede ser una alternativa para obtener la rentabilidad necesaria.

 

 

 

Fuente: Perfect Daily Grind

Fecha: 10/06/2024

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