Amantegui sostuvo que su sector trabaja permanentemente con las autoridades para garantizar el abastecimiento y la distribución del producto en el mercado interno.
Además, Amantegui señaló que la suspensión afectó a toda la cadena productiva y “a ello se debe sumar 750 mil toneladas de granos de soya, lo que genera una pérdida acumulada de más de 600 millones de dólares respecto al año pasado. Este problema no solo afecta a las industrias, sino también al sector primario: agricultores, transportistas, proveedores de insumos y al sistema financiero”, agregó el presidente de Caniob, en entrevista con La Hora Pico.
El dirigente alertó que este hecho generó también preocupación a las entidades financieras respecto a la capacidad de pago de las industrias. “Cada año se necesitan 1.200 millones de dólares para comprar materia prima. Suspender las exportaciones es muy peligroso”, explicó.
Amantegui también recordó que, antes de esta medida, las industrias se vieron afectadas por los bloqueos liderados por Evo Morales, por la escasez de diésel, complicando aún más la situación. “Los problemas de distribución de aceite no fueron por desabastecimiento, sino por dificultades logísticas y por el aprovechamiento de algunas personas que especularon con el producto”, aseguró.