Dependencia del crédito externo pone en riesgo abastecimiento de combustibles

La dependencia del crédito externo pone en riesgo el funcionamiento del aparato estatal, en especial los recursos destinados al gasto corriente, en donde está incluida la compra de combustibles a precio internacional. En 2024, la cifra pasó los 3.000 millones de dólares, superior a lo fijado en 2023. El Gobierno ya vendió parte de las reservas de oro para cumplir con sus obligaciones externas, así como para la importación de diésel y gasolina
El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, en el marco de la celebración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), indicó que les urge la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP).

 

Informó que en 2023 los pagos por el servicio de la deuda externa fueron más que los desembolsos.

En 2023, el pago por el servicio de la deuda alcanzó casi 1.490 millones de dólares y los desembolsos llegaron sólo a 1.126 millones, cuyos datos muestran un déficit de alrededor de 300 millones y para la presente gestión se anticipa que el desequilibrio podría llegar a 900 millones.

El presupuesto elaborado cada año, depende más del financiamiento externo, para las operaciones del Gobierno central, en especial para el gasto corriente y en los últimos años aumentó por el incremento de diésel.
Como dato, en 2022 el Presupuesto General del Estado (PGE) fue financiado en 57% con recursos propios y 43% con recursos externos, y al parecer los porcentajes se elevaron levemente, en especial para la inversión pública.

 

Préstamo

Para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, el Gobierno está bicicleteando, término económico, que significa que se presta dinero para pagar otra deuda y compra de combustibles.

En reiteradas oportunidades, el analista económico Gonzalo Chávez dijo que el gobierno es insolvente y registra iliquidez, por esta situación se retrasa en los pagos a sus proveedores de combustible.

Aunque las autoridades negaron la insolvencia, al indicar que en camino están varios proyectos industriales para generar recursos; sin embargo, no llegan a los ingresos que recibía el país por la venta de gas natural a Argentina y Brasil, aproximadamente 6.000 millones de dólares y ahora sólo recibe 2.000 millones.

El Gobierno al acudir a la deuda externa estaría realizando una especie de refinanciamiento, pero los préstamos externos de fuentes bilaterales, multilaterales, no se destinan a una inversión productiva, sino a gasto corriente como el pago del servicio de la deuda externa y a la importación de combustibles.

Explicó que el Banco Central de Bolivia (BCB), en su informe, señala que existió más desembolsos que aprobación de créditos.

Recordó que en la presente gestión se vendieron parte de las reservas de oro y los recursos se destinaron al gasto corriente, importación de combustibles y el pago del servicio de la deuda pública.
Calificó el destino de negativo, pues los recursos deberían ir a la inversión pública, la ejecución de obras, para mejorar las condiciones sociales del país que está supeditado al tema político, actualmente.

 

 

 

Fuente: El Diario

Sección: Economía 

Fecha: 23/12/2024

 

 

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