Brasil espera incrementar sus exportaciones de sorgo a China a partir de 2025

Tras la tensa relación durante el primer gobierno de Donald Trump, China, el mayor mercado para los productos agrícolas estadounidenses, registró una caída en las importaciones de soja, que se desplomaron hasta el mínimo en 2018. El comercio de granos también se mantuvo bajo hasta que se llegó a un acuerdo en 2020 entre los dos países. Desde entonces, el país asiático ha estado diversificando las fuentes de suministro de granos y soja para reducir su dependencia de Estados Unidos, siendo Brasil uno de los beneficiados. Con el cambio de gobierno en 2025, algunas dinámicas críticas ya están reconfigurando el comercio, observa Drewry. 

 

De hecho, muchos traders estadounidenses ya se están preparando para nuevos aranceles y la concentración anticipada de las exportaciones de soja. Muchas de estas han cerrado contratos a destinos desconocidos, lo que da lugar a especulaciones de que China está almacenando soja.

 

Por otro lado, un nuevo tema de preocupación potencial es el comercio entre Estados Unidos y China de sorgo (producto clave para la alimentación humana y de ganado), del cual el país asiático es el mayor importador con un promedio de siete millones de toneladas anuales. Con el nuevo escenario, el país asiático ha comenzado a diversificar sus importaciones recurriendo a Brasil. 

 

Estados Unidos representa el 56% de las exportaciones mundiales de sorgo y el 94% de los embarques se dirigen a China. Si bien Brasil produce sorgo en abundancia, sus exportaciones son mínimas. Sin embargo, la ratificación de China de las importaciones desde el país sudamericano resultará en un aumento de los embarques a partir de 2025.

 

Importaciones desde Canadá y México

Además, los países vecinos de Estados Unidos, Canadá y México, también enfrentarán la presión con el reciente anuncio de un arancel del 25%. De acuerdo con Drewry es más probable que los aranceles incluyan a los commodities demás alto valor, ya que los principales bienes importados a Estados Unidos desde estos dos países (como agregados, mineral de hierro y cemento) seguirían siendo más económicos que los embarques desde lugares más lejanos. Es poco probable que cualquier medida de represalia sea un disruptor comercial grave, ya que la dependencia de México del maíz estadounidense persiste.

 

Proyecciones

De acuerdo con el análisis de la consultora se proyecta una mayor inestabilidad en las relaciones comerciales con la nueva presidencia de Trump, lo que llevará a la aceleración del almacenamiento de ciertos commodities como la soja y el maíz en México y China en el corto plazo. En medio de las tensas relaciones entre los EE. UU. y China es inminente un resurgimiento de las tensiones. La diversificación de las importaciones chinas continuará aunque la dependencia de los cereales y la soja estadounidenses no se eliminará por completo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: mundomaritimo.cl

Sección: Economía

Fecha: 26/12/2024

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