Siles afirmó que se incrementó en 40% la producción de aceite, es decir de 144 toneladas el 23 de mayo, a 212 toneladas hasta la fecha
El viceministro de Industrialización, Luis Siles, aseguró este domingo que el modelo económico, social, comunitario productivo que el presidente Luis Arce diseñó, “está funcionando” y que los controles que se realizan a la producción de alimentos como la carne y aceite vegetal, beneficia a las mismas industrias.
En una entrevista en Bolivia Tv, Siles afirmó que, gracias a ese modelo se incrementó en 40% la producción de aceite; es decir de 144 toneladas el 23 de mayo, a 212 toneladas hasta la fecha, a escala nacional. Añadió que ese esfuerzo del sector industrial debe ser acompañado por los controles de las intendencias municipales en los mercados abiertos.
En el caso de la carne de res, aseguró que también se incrementó la producción de 42 a 86 toneladas, con lo que bajó el precio del kilo gancho de Bs 44 a 37 a partir de la industria frigorífica. “Estamos llegando al 50% de la incidencia de carne en el departamento de La Paz y esto ya ha provocado que estos días baje entre cinco y seis bolivianos el precio de la carne, de la pulpa corriente y de la pulpa especial”, detalló Siles.
En el caso del pollo, el modelo del gobierno también ha incidido en que se hayna incrementando entre un 10 y un 12% las entregas desde el 23 de mayo, es decir, de 10 mil kilos se elevó a 20 mil hasta el pasado viernes, por lo que se espera que el precio baje a Bs 15, de acuerdo con el Gobierno.
A su vez, Siles resaltó que la planta de San Julián (Santa Cruz) empezará a producir aceite refinado y se pretende llegar a las 100 mil toneladas al año, con una incidencia de al menos 36% en el mercado.
“Entonces, eso significa que el modelo económico, que la política de industrialización está funcionando, porque ya no van a ser solamente los privados los que van a proveer aceite a todos por el gobierno, sino el Estado va a intervenir”, puntualizó.
Controles que benefician
El viceministro de Industrialización explicó que, en el caso de la soya, las industrias informan al Gobierno semanalmente acerca de sus compras de materia prima a través de declaraciones juradas, lo que permite conocer cuánto venden al mercado nacional e internacional y, si cumplen con el 20% de abastecimiento interno, se les entrega el respectivo certificado.
“Entonces, nos informan cada semana y nosotros hacemos controles cruzados (…) pero nosotros vamos a planta y comparamos ese reporte, que tiene que ser exactamente el mismo en la etapa de producción. En la etapa de ventas pedimos las notas de venta y las facturas. Entonces, hay un control cruzado de lo que están haciendo nuestras industrias de aceite y ellos están tranquilos porque ellos saben que un buen control los beneficia a ellos mismos, a desarrollarse a ellos mismos. En el caso de la carne sucede exactamente lo mismo”, apuntó.
Fuente: EL DEBER