Argentina: El frío cambia el juego, la siembra de trigo acelera y la cosecha de soja cierra con rindes históricos

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La ola de frío reactivó la siembra de trigo 2025 y permitió recuperar 300.000 hectáreas en la región núcleo. Además, la cosecha de soja y maíz avanza con rindes récord.

El ingreso de un frente frío intenso cambió el panorama productivo en la región agrícola núcleo: en apenas una semana, más de 300.000 hectáreas de trigo que estaban en duda por falta de piso pasaron a estar disponibles para la siembra. El dato fue confirmado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que destacó el impacto positivo de las bajas temperaturas en la desecación de los suelos.

Según los especialistas de la entidad rosarina, este cambio climático resultó “un game changer para el trigo”, al coincidir con la necesidad de recomponer el calendario de implantación en zonas claves.

Hasta mediados de junio, la situación era crítica: la región núcleo acumulaba un retraso de siembra de 18 a 22 puntos porcentuales frente al promedio del último quinquenio, con amplios lotes anegados. Pero la sucesión de heladas permitió que las sembradoras retomen velocidad y que la campaña recupere perspectivas positivas.


Avanza a paso firme la siembra de trigo

El último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BdeC), actualizado al 25 de junio, muestra en cifras esta reactivación. La siembra de trigo alcanzó un avance intersemanal de 12,4 puntos porcentuales, cubriendo el 72,7 % del área proyectada, que suma 6,7 millones de hectáreas.

Esto implica un adelanto de 4,1 puntos porcentuales respecto del promedio de las últimas cinco campañas. La mayor recuperación se observa en el Núcleo Sur y el Centro de Buenos Aires, donde los retrasos se redujeron drásticamente, pasando de 18 y 22 puntos a solo 3 y 12, respectivamente.

Mientras tanto, en el norte del país, los lotes más adelantados ya transitan etapas de macollaje, con cultivos en condición buena, sostenidos por una adecuada reserva hídrica. Según la BCBA, estos indicadores son clave para proyectar rindes competitivos si el invierno se mantiene estable y no vuelven los excesos hídricos.

Desde la BCR, remarcan que “los planetas parecen alinearse para una gran campaña triguera” y destacan tres factores determinantes:

  • La llegada de frío que permitió recomponer la ventana de siembra.
  • El perfil hídrico que aún mantiene buena humedad.
  • La posibilidad de implantar con fechas cercanas al promedio histórico, evitando impactos negativos en el potencial de rinde.

En paralelo, la siembra de cebada también avanzó fuerte. En la última quincena cubrió el 50,8% de las 1,3 millones de hectáreas proyectadas, aunque persiste un retraso interanual de 12 puntos.


La cosecha de soja ingresa en su tramo final

Mientras el trigo recobra impulso, la cosecha de soja sigue mostrando resultados sobresalientes. Según la BCBA, el avance alcanza el 98,3 % de la superficie apta, con un rendimiento promedio nacional de 29,8 quintales por hectárea.

Este dato representa un 15 % superior al promedio de las últimas cinco campañas y un 4% más si se excluye la campaña de sequía 2022/23.

La soja de primera ya esta casi totalmente recolectada (99,4 %), mientras que la soja de segunda llega al 95,2 %, con excelentes resultados en Entre Ríos y los núcleos productivos del centro bonaerense. Bajo este contexto, la entidad porteña sostiene la proyección de producción total en 50,3 millones de toneladas.


El maíz acumula demoras en zonas anegadas

Por su parte, la cosecha del cereal con destino grano comercial avanzó 5,7 puntos porcentuales en la última semana, alcanzando un 55,3 % del área apta. El rendimiento promedio nacional se ubica en 77,1 quintales por hectárea, un nivel que supera con claridad el ciclo anterior.

En Córdoba, donde predominan los planteos tardíos, las labores muestran un avance total del 44,3 %, con 79,9 quintales por hectárea, es decir, un 21 % más que en 2023/24. Sin embargo, la reducción del área sembrada limita el volumen final, que se mantiene proyectado en 49 millones de toneladas, un 5 % menos que la campaña pasada.

La contracara se observa en el centro y oeste de Buenos Aires, donde la persistencia de suelos saturados mantiene la recolección 16,5 puntos retrasada respecto del año anterior. Este cuello de botella podría prolongar la campaña hasta bien entrado julio, con riesgos logísticos y sanitarios en los lotes más tardíos.


Un invierno decisivo para consolidar la campaña fina

Con la llegada del invierno, el sector agrícola observa con atención la evolución climática. Ambas entidades bursátiles coinciden en que las próximas tres semanas resultarán determinantes para completar la siembra de trigo y cebada en las ventanas óptimas, evitando pérdidas de potencial de rinde.

Las proyecciones preliminares apuntan a un escenario de producción de trigo superior al ciclo 2023/24, si el clima acompaña y no se repiten lluvias excesivas durante julio. El ingreso de nuevas heladas podría incluso consolidar un piso firme que permita finalizar la implantación de las hectáreas que aún restan, principalmente en el oeste bonaerense.

En simultáneo, la finalización de la cosecha de soja y maíz consolidará un volumen de granos que contrasta con la sequía anterior y devuelve optimismo al mercado. La campaña agrícola 2025 se perfila, finalmente, como un período de recuperación, marcado por el impacto positivo de un frío que llegó en el momento justo y que podría sellar un año de resultados superiores al promedio histórico.

Fuente: Meteored

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