Impulsar la industrialización de la soja como eje estratégico para el crecimiento económico del país es la visión clara con la que Raúl Valdez asumió recientemente como nuevo presidente de la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).
En entrevista con Última Hora, el nuevo titular del gremio habló sobre los desafíos actuales, las oportunidades del sector y las condiciones necesarias para consolidar una agroindustria fuerte y competitiva.
Según Valdez, Paraguay enfrenta una oportunidad histórica, pues actualmente solo el 25% de la soja producida en el país se industrializa en el país, mientras que el mayor comprador de la oleaginosa paraguaya, Argentina, esta cifra supera el 70%. “Eso significa que estamos perdiendo oportunidades concretas de generar valor agregado, fortalecer la economía y multiplicar empleos de calidad”, señaló. Desde Cappro, la meta es clara: aumentar la industrialización para fomentar el desarrollo económico sostenible.
El sector ya invirtió más de USD 1.000 millones en infraestructura y tecnología para el procesamiento de soja, posicionándose como uno de los pilares de la industria nacional. Sin embargo, Valdez lamentó que las condiciones actuales llevaron a que las plantas operen solo al 60% de su capacidad instalada. “Nuestro objetivo es poder operar a plena capacidad, pero para eso necesitamos medidas que incentiven el procesamiento local”, afirmó, haciendo un llamado a implementar una política industrial “decidida y pragmática”.
EJES PARA CRECER.
Desde la Cappro se plantean tres ejes fundamentales para estimular la cadena de valor industrial. El primer eje tiene que ver con la revisión de distorsiones fiscales que afectan la competitividad de productos como el aceite y la harina.
También plantea, como segundo eje, la creación de un marco referencial para la comercialización local, que equilibre los intereses del sector industrial y del exportador. Por último, el tercer aspecto tiene que ver con el establecimiento de un régimen de promoción a la agroindustria que fomente inversiones en rubros conexos como el biodiésel y las carnes. “Con estas medidas, el impacto sería exponencial, ya que se generarían más empleos, mayor recaudación y una red de industrias interconectadas que se potencian entre sí”, aseguró Valdez.
Reclaman devolución del IVA Uno de los principales reclamos del sector es el tratamiento fiscal del IVA. El nuevo titular de Cappro explicó que los productos industrializados derivados de la soja son los únicos que no reciben devolución del IVA al ser exportados, lo que crea una desventaja competitiva frente a otros países. “Esto genera una asimetría que termina desincentivando la industrialización, incluso para empresas que tienen fábricas operando a media capacidad”, advirtió. Desde la Cámara proponen dialogar con el Gobierno para avanzar hacia “incentivos inteligentes que beneficien a todos los sectores”. En cuanto a la coyuntura regional, Valdez alertó sobre la fuerte dependencia del mercado argentino. “El 85% de nuestras exportaciones de soja en estado natural va a Argentina. Si ellos estornudan, nosotros nos resfriamos”, graficó, aludiendo a la volatilidad de la economía vecina. Esta dependencia, dijo, refuerza la necesidad de avanzar hacia una mayor industrialización interna para reducir la exposición a factores externos. Sobre la reciente apertura del mercado chino para la harina de soja argentina, Valdez explicó que Paraguay aún no puede acceder directamente a ese destino. “Lo que se exporta desde Argentina como harina argentina, en muchos casos proviene de soja paraguaya procesada allá. Nosotros seguimos dependiendo de terceros para llegar a ciertos mercados”, lamentó. Ante esa realidad, sostuvo que la estrategia debe enfocarse en mejorar la competitividad en los más de 50 mercados internacionales ya abiertos para los productos procesados nacionales. “Debemos consolidar nuestra presencia allí, mientras trabajamos en acceder a nuevos destinos. Es la forma más concreta de integrarnos de forma sostenible al comercio global”, concluyó.
Fuente: ÚltimaHora