A pesar de valla construida por Argentina, el contrabando desde Bolivia no se detiene

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Los carritos cruzan cargados desde Bermejo con bultos de ropa, heladeras, comida, neumáticos y todo tipo de material, sin ninguna declaración fiscal

Hace una semana el gobierno argentino concluyó la construcción de una valla de alambre de acero de 200 metros en la zona fronteriza de Aguas Blancas (Salta) -vecina de Bermejo, Tarija-, con la premisa de impedir el paso ilegal de mercadería de contrabando desde Bolivia, incluido el narcotráfico. Sin embargo, según reportan medios del vecino país, el alambrado fue en vano.

Y a pesar que la obra de 36 millones de pesos argentinos (unos $us 30 mil) no ha sido entregada oficialmente, los contrabandistas ya encontraron nuevas rutas para el cruce ilegal. Según el portal digital Todo Noticias (TN), que reproduce parte de un reportaje de un canal televisivo salteño, los carritos cruzan cargados desde Bermejo con bultos de ropa, heladeras, comida, neumáticos y todo tipo de material, sin ninguna declaración fiscal.

“Como miles de personas todos los días, cualquiera puede subirse a una lancha y cruzar al país vecino, donde los precios son hasta un 80% más baratos que en la Argentina”, destacó el medio. 

“En Bolivia, una docena de zapatillas sale tan solo $100.000 (Unos Bs 580), lo que da un valor de $8.333 por par. Pero los electrodomésticos no se quedan atrás. Un lavarropas que en Tucumán vale un millón, según contó un comprador, lo consiguió a $350.000 en Bermejo. Para cruzarlo al país, un ‘pesero’ (vehículo pequeño) cobra nada más que $15.000”, relató el sitio.

“Salta es una de las provincias que tiene la mayor tasa de informalidad, de trabajo en negro. Conseguir trabajo en blanco es muy difícil”, explicó Victoria, una periodista salteña, quien consideró que no se puede “demonizar al laburante” que quiere llevar el peso y el pan a la mesa. “Decir que el que pasa el bulto es el malo de la película, es dejar en evidencia todo lo otro que realmente está pasando y no se está controlando”, agregó.

De acuerdo con el reporte de TN, pasar de un lado a otro, sin presentar ningún tipo de papel, puede salir entre 2.000 y 3.000 pesos argentinos. Los controles son nulos y el negocio crece cada vez más. Las fuerzas -Gendarmería, Prefectura y Policía Federal-, en muchos casos, solo observan. De vez en cuando detienen a alguien para revisarlo, pero el flujo no se detiene.

“Hasta hace no mucho tiempo, uno llegaba a Bolivia y tenía que llevar dólares o pesos (argentinos). Ahora se puede pagar con cualquier billetera virtual. ¿Cómo compite el comercio argentino frente a esta realidad?”, cuestionó TN.

Gobierno boliviano “endurece” lucha

El presidente Luis Arce lanzó el 26 de mayo 11 medidas y siete decretos con el fin de garantizar la provisión de alimentos en el país y evitar el contrabando a la inversa y de combustibles.

“Estas acciones buscan preservar el poder adquisitivo, garantizar el abastecimiento de productos esenciales y frenar los efectos especulativos que se están produciendo en los precios”, dijo el mandatario en la oportunidad.

Desde la crisis cambiaria, iniciada en febrero de 2023, la moneda boliviana se ha devaluado frente a las de los países vecinos y el dólar, lo que alentó el contrabando a la inversa, principalmente de alimentos como aceite, arroz, azúcar, carne, incluso ganado bovino en pie. Los esfuerzos del Gobierno -califican los productores- han sido vanos.

Fuente: EL DEBER

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