La falta de combustibles causa pérdidas para los surtidores, especialmente en provincias, donde el personal pasa hasta 12 horas esperando el diésel o gasolina. YPFB acusó a los surtidores de sabotaje
La Asociación de Surtidores (Asosur) de Santa Cruz, en una carta dirigida al presidente de YPFB, Armin Dorgathen, exigió una explicación acerca de las acusaciones, sobre un “evidente sabotaje” a la venta de combustibles, lo que estaría ocasionando las largas filas, sobre todo en Santa Cruz.
“Estaciones de servicio que decían que estaban en alerta de combustible, tenían más de 20 mil litros en tanques, o sea, levantaban una alerta cuando no tenían una necesidad de combustible, incluso ponían los conos. Ya estamos levantando los informes hacia la ANH, esperamos que tome las acciones correspondientes”, aseveró Dorgathen.
La gerente de Asosur Santa Cruz, Susy Dorado, como respuesta aseguró que sus afiliados reciben 30% menos combustible que en 2024 y que, de acuerdo a los reportes de las estaciones de servicio, principalmente en provincias, pierden hasta 400 horas por no contar con carburantes para vender, aunque deben cumplir con la normativa que les exige atención 24/7.
“Tenemos más de nueve controles diarios. O sea, nadie puede ocultar y especular, lo que significa guardar algo para venderlo al día siguiente a otro precio. Pero el combustible tiene congelado el precio hace 19 años; entonces no hay ningún objetivo el de ocultar o esconder”, dijo Dorado.
Aseguró que el sector es uno de los más controlados del país, ya que la sanción por ocultar productos es de Bs 80.000 y un proceso de intervención. “Nadie, en su sano juicio, va a querer poner en riesgo su patrimonio ocultando 5.000 ó 10.000 litros . La estación de servicio es un negocio de volumen, mientras más vendamos, más vamos a tener una utilidad”, agregó Dorado.
El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) Germán Jiménez, explicó que la demanda mensual de combustible en Bolivia es de 200 mil metros cúbicos y reducir un 30% provocaría un desabastecimiento agravado; por ello, rechazó la versión de Asosur. “Si matemáticamente reducimos a un 30%, estamos hablando de casi de 60 mil metros cúbicos que supuestamente se reduciría. Eso es totalmente falso, eso es un volumen bastante grande para el país”, resaltó Jiménez.
Se intentó conocer la respuesta de Dorgathen a la carta enviada por Asosur, pero en la estatal indicaron que se encontraba de viaje en comisión.
Falta de dólares
El ex ministro de Hidrocarburos y analista del sector, Álvaro Ríos, recalcó que el gran problema del Gobierno y de YPFB es la falta de dólares para importar combustibles. Recordó que en la presente gestión se necesitarán unos $us 3.400 millones. “En esa línea es que le podemos atribuir a cualquier motivo el desabastecimiento de combustibles. Ya se le ha echado la culpa a todo”, consideró.
Apuntó que YPFB adeuda a los proveedores internacionales unos $us 1.000 millones y está “pidiendo adelantado” el pago a sus clientes, por venta o transporte de gas para cubrir la importación. “Estamos rascando lo último de la olla y esto no es sostenible. El resto es excusa”, señaló.
Subrayó que la actual administración del presidente Luis Arce va dejar “una bomba de tiempo” al próximo Gobierno, porque incluso se habla de empeñar el oro del Banco Central. “Bolivia ha dejado de tener crédito afuera por las calificaciones. Tampoco tiene crédito porque los proveedores internacionales de gasolina y diésel ya no le dan crédito porque debe mucha plata”, añadió Ríos.
“Cerrar” el B-Sisa
La gerente de Asosur pidió a la ANH “cerrar” el sistema de autoidentificación para carga de combustible, B-Sisa, es decir que solamente se pueda vender a los vehículos que poseen el adhesivo con el TAG (chip), para evitar que el operador de la bomba de combustible cometa errores al digitar la placa del vehículo. “El B-Sisa es un sistema perfecto, pero al estar abierto se vuelve vulnerable y eso nos pone en un estado de indefensión (ante sanciones)”, resaltó.
Fuente: El Deber
Sección: Economía
Fecha: 31/01/2025