El modelo económico vigente ha provocado la crisis alimentaria

 

 El economista Jack Matijasevic asegura  que el modelo económico actual, basado en la centralización estatal y la falta de incentivos a la producción privada, es el principal responsable de la escasez de alimentos en Bolivia.

 

El economista y consultor internacional, Jack Matijasevic, asegura que el problema  de desabastecimiento de alimentos en Bolivia radica en el modelo económico implementado desde 2006, el cual, lejos de generar desarrollo sostenible, ha derivado en desequilibrios que afectan la producción y el acceso a bienes esenciales.

 

EL ESTADO EMPRESARIO INEFICIENTE

 

El experto sostiene que el modelo actual está marcado por una intervención estatal excesiva que desincentiva la iniciativa privada. Explica que, al asumir funciones propias del mercado, el Estado se ha convertido en competidor de los productores locales. Esto ha generado un entorno hostil para la propiedad privada y ha debilitado la economía productiva del país.

 

“El gobierno ha adoptado un modelo que no promueve la diversificación económica ni incentiva la producción privada. La centralización de funciones económicas ha sido contraproducente, como lo demuestra el deterioro de sectores clave como el agrícola y el ganadero,” afirma el economista.

 

 

FACTORES AGRAVANTES: CONTRABANDO Y CAMBIO CLIMÁTICO

 

La situación se ve agravada por otros elementos como el contrabando, la variabilidad climática y la falta de incentivos adecuados para la producción. Matijasevic menciona que el contrabando, impulsado por los precios más competitivos por el tipo de cambio, desincentivó en su momento a los productores locales, quienes no podían competir en estas condiciones. Hoy se pagan mejor por los productos bolivianos en los países vecinos y hay contrabando a la inversa

 

Por otro lado, los efectos del cambio climático han reducido la productividad agrícola. Programas anteriores como el de riego no han logrado resultados significativos debido a su falta de continuidad y apoyo estructural.

 

IMPACTOS SOCIALES Y ECONÓMICOS

 

El economista advierte que la falta de políticas efectivas ha incrementado la dependencia de la economía informal, que actualmente es uno de los principales sostenes del país. Aunque esta economía ha amortiguado el impacto de la crisis, también ha impedido la implementación de un desarrollo económico sostenible.

 

“Estamos viendo un aumento en los índices de pobreza, algo que el propio gobierno prometió combatir. De continuar este modelo, Bolivia podría enfrentar niveles de pobreza similares a los de décadas pasadas, alcanzando nuevamente cifras alarmantes en Sudamérica,” alerta Matijasevic.

 

 

¿UN FUTURO INCIERTO?

 

Aunque Matijasevic evita un pronóstico catastrófico, prevé un panorama complicado para 2025. La producción agrícola y ganadera continúa enfrentando desafíos, mientras el Estado, en lugar de actuar como regulador, compite directamente con el sector privado, como lo evidencia la intención de instalar una industria avícola estatal en La Paz.

 

Este modelo ya ha demostrado su fracaso en experiencias históricas como las de la Unión Soviética o Venezuela. Es imperativo replantear el rumbo económico para evitar un colapso mayor, concluye Matijasevic.

 

 

 

 

 

Fuente: El Mundo 

Fecha: 10/12/2024

 

 

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