Nueva maleza pondría en riesgo la totalidad de la producción girasolera cruceña

 

El malezólogo Modesto Roque confirmó que luego de constantes monitoreos ejercidos desde el 2023, una nueva maleza pone en jaque a la producción de girasol en la zona Este del departamento de Santa Cruz, se trata de la Orobanche spp. más conocido como el jopo.

“Esta es una maleza que proviene de Rusia, apareció hace más de cien años. Actualmente, está afectando a los cultivos de girasol en la región mediterránea y Asia occidental. Ahora se ha manifestado focos en los campos girasoleros de Santa Cruz”, informó.

El agrónomo detalló que esta maleza a través del haustorio (raíz modificada) está directamente conectada a las raíces del girasol a través de la xilema y del floema, succiona los fotoasimilados, agua y nutrientes, afectando el rendimiento y que en altas concentraciones por planta mata a girasol.  Las afectaciones pueden llegar del 20 al 100%, resaltó.

“Ante esto, debemos hacer las prevenciones, tratar que la maleza no se disperse en los campos. Entonces, para eso es importante, que cuando el personal técnico y los agricultores entre a los campos infectados debe hacer limpieza de las maquinarias y sus indumentarias, porque una de estas malezas puede producir hasta medio millón de semillas. Es la semilla más pequeña que existe en el reino vegetal, tiene características como el polvo” y se adhiere con facilidad a la ropa y los metales. señaló.

Roque también fue concluyente al afirmar que el productor que se vea afectado por esta maleza ya no debe seguir cultivando girasol en esas áreas y debe optar por sembrar sorgo o maíz, y emplearlos como “cultivos trampa”. Dichos cultivos liberan ciertas sustancias que inducen a la germinación de esta maleza, y después inhiben en la penetración al cultivo.

“De esa manera, se puede disminuir el banco de semillas. Esta semilla puede estar hasta 15 años en el suelo, por lo que se recomienda hacer rotación de cultivos, no sembrar girasol y no rastrear los campos afectados para evitar la diseminación”, aconsejó.

El técnico recomendó también utilizar semillas híbridas CL (ClearField), mismas que son resistentes a las Imidazolinonas como los herbicidas Imazapir, imazetapir e Imazapic para poder controlar esta maleza en pre o post emergencia, dado que en nuestro medio no existe la resistencia genética, como sucede en otros países.

“Debemos dar la importancia debida a esta maleza, estimamos que ahora está afectando a unas 5.000 hectáreas. Si no se hace nada para proteger estas áreas, se pueden infectar todos los campos girasoleros de Santa Cruz”, remató el experto.  

 

 Fuente: SCA

Periodista: Luis E. Reyes Ortiz Mérida.

Fecha: 02-07-2024

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