En los últimos días de noviembre se realizó una recorrida por las cercanías de la ciudad de Tala, en el noreste de Canelones, donde se ha desarrollado un polo de producción de maíz dulce muy importante sobre todo debido a la calidad de producto que obtiene. Uno de los predios visitados presentaba una intención de siembra en la temporada similar en superficie efectiva a la zafra anterior, ya que si bien la extensión total se había reducido levemente el marco de plantación aprovechaba mejor el suelo, haciendo que en número de plantas sea muy similar a la campaña anterior. Como es habitual los productores especializados en maíz dulce realizan siembras escalonadas, una vez por semana, de manera de tener producción fresca de manera constante ya que el maíz dulce presenta un potencial de conservación reducido una vez cosechado.
Se observa un crecimiento muy importante en el uso de drones agrícolas para la realización de aplicaciones de productos fitosanitarios. Esto según expresan los productores permite bajar costos y tiempo de aplicación, además de hacerla más efectiva. La incorporación de riego por aspersión ha significado un importante avance en la producción de maíz dulce desde hace varias temporadas, al bajar la dependencia de las lluvias para el correcto estatus hídrico de las plantas. Algo parecido ocurre con la realización de siembra en almacigueras en vez de sembrar directamente en el suelo, esta práctica que se realiza desde hace muchos años continúa teniendo un espacio relevante sobre todo para las siembras más tempranas porque permite acortar los ciclos de cultivo en el campo, asegura la mejor instalación del cultivo y genera ahorro en semillas, al asegurar una mayor germinación.
Los primeros ingresos de choclo nacional de la zafra se dieron en la segunda mitad de noviembre e irán en aumento hacia los meses de diciembre y enero. La oferta mayorista de choclo, según los registros de ingresos a la UAM, muestran una clara estacionalidad, donde son mucho más abundantes los volúmenes comercializados en otoño e inicios del invierno, explicados fundamentalmente por partidas importadas desde Argentina y Brasil tal como se observa en el gráfico que muestra los precios según país origen de la mercadería. En el caso del producto importado desde Brasil, generalmente se trata de partidas correspondientes a variedades comunes que no son las más apreciadas por los compradores por sus inferiores características de calidad con relación a las variedades super dulces provenientes del norte argentino más tiernas y sabrosas.
En este escenario, la oferta nacional se ubica entre los meses de noviembre y junio, siendo los meses de primavera y verano los que muestran los menores niveles de consumo, lo cual es razonable dado el principal consumo de choclo en nuestro país que se da asociado a comidas calientes de olla. Testimonio de ello es que a pesar de que en verano se dan ingresos relativamente bajos con relación a otoño e invierno, los precios siguen siendo bajos tal como lo indican los gráficos de precios históricos, aunque también podría haber un efecto atomización de la oferta en manos de los productores nacionales en comparación con la relativa concentración del producto importado. (Fuente: en base a Informe del Observatorio Granjero)
Fuente: elpueblodigital.uy
Sección: AGRO
Fecha: 16/12/2024