La Cainco alertó que si no se logra completar la siembra de verano se puede afrontar una “crisis alimentaria” el próximo año y que puede afectar no solo al consumo interno sino a las exportaciones que también a la generación de divisas para el país.
La falta de diésel afectó la siembra de arroz por lo que es previsible que el siguiente año exista una escasez del grano en Bolivia y el Gobierno tendrá que recurrir a la importación con arancel cero como está haciendo ahora con productos como la harina.
“Los productores estamos viviendo una pesadilla. A estas alturas ya debería haber finalizado la siembra de arroz, probablemente esté en un 50%. El área más grande que se siembra es en el Beni y esa área prácticamente no tenía diésel y las últimas lluvias ya no le permite sembrar, y la época misma ya no lo permite. No se puede sembrar precisamente por el clima y también por la falta de combustible que se había demandado con mucha anticipación al Gobierno y el Gobierno no ha proveído este recurso energético por lo tanto al año que viene es muy probable que el arroz va escasear y al final hay la probabilidad de que no alcance para el consumo interno”, alertó el dirigente de los productores y expresidente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), Demetrio Pérez.
Bolivia afronta una escasez de carburantes debido a varios factores como la declinación de la producción hidrocarburífera y la dependencia de las importaciones de combustible. A esto se suma la falta de dólares en el sistema financiero lo que impide realizar compras masivas en el exterior, según admitieron recientemente las autoridades.
La carencia de diésel golpeó al sector productivo que actualmente encara dos procesos en simultáneo, siembra y cosecha.