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  • jueves, 21 noviembre 2024
Así es la Ruby Roman, la uva más cara del mundo

Así es la Ruby Roman, la uva más cara del mundo

¿Quién paga 12.000 dólares por un racimo de uvas? Ocurrió en Japón, en una subasta en 2020, cuando una panoja de la variedad Ruby Roman alcanzó esta cifra, que se traduce en unos 400 dólares por uva. Esta variedad de uva originaria de Japón no es el único producto de lujo que existe en el mercado y por el que se pagan precios muy elevados. Los hongos matsutake pueden costar alrededor de 2.000 dólares/kg, el café kopi luwak (procedente de los excrementos de una civeta) ronda los 900 €/kg, el melón yubari ha llegado a costar en subastas hasta 12.500 euros y la trufa se paga a entre 3.000 y 5.000 €/kg. El atún de aleta azul, la carne de wagyu o el caviar son otros ejemplos de productos de alta gama por los que algunos consumidores están dispuestos a pagar cifras muy elevadas. Cada vez que se habla de alguno de ellos, como es el caso de esta uva de gran tamaño de color rojo intenso y sabor dulce y untuoso, es inevitable hacerse la pregunta: ¿realmente lo vale?

 

Aunque la respuesta es siempre relativa y, como ocurre en otros ámbitos, daría para un debate con muchas capas, es fácil posicionarse: no. Lo explica Glòria Vallès Salbanyà, divulgadora en el sector del vino, directora de Bizglow Marketing y profesora de marketing en la EAE Business School, quien destaca que el precio de un producto no siempre lo determina su calidad, sino una multiplicidad de factores que a veces no tienen que ver con cuestiones objetivas. “Sin entrar a valorar la calidad específica de la uva, existen factores como el posicionamiento de marca y los valores intangibles, la venta del producto vía subasta, su escasez y su precio elevado que convierten a la Ruby Roman en objeto de deseo en un mercado determinado (Japón) para un público objetivo específico (empresarios y profesionales con un poder adquisitivo muy alto)”, explica.

 

Teniendo en cuenta que los profesionales del sector de la alimentación y del vino a los que hemos consultado apenas si conocían la Ruby Roman (en el mejor de los casos solo de oídas), todo indica que la calidad real de este producto es, cuanto menos, relativa. “Como todas las marcas de lujo, Ruby Roman trabaja sus valores con base en cuatro pilares fundamentales: escasez, calidad, precio y branding”, explica Vallès Salbanyà. La experta destaca que el hecho de que sea un producto inaccesible para la mayoría del mercado resulta atractivo para determinado tipo de consumidor, que valora el hecho de que “comprarlo te da un prestigio social, que es en lo que verdaderamente estás invirtiendo, no en la uva en sí. Se podría lograr exactamente lo mismo haciéndose miembro de un club elitista o consumiendo otras marcas de lujo de otros sectores”, apunta. 

 

Por ello, tanto la Ruby Roman como otros productos del sector del lujo, ya sea de alimentación o de otros ámbitos, “invierte en valores intangibles que apelan a lo emocional y lo aspiracional, ya que, al fin, el precio de venta lo define el mercado. Si se consigue que haya mucha demanda y poca oferta, este subirá”.

 

En el caso de la Ruby Roman, el racimo que se vende a un precio más alto es el primero que tiene una calidad llamada premium de la cosecha de cada año. Es una uva brillante y suntuosa, de un color rojo profundo e intenso, cuyo tamaño supera con creces el de una uva convencional, ya que es más o menos como una pelota de ping-pong. Quienes la han probado dicen que su sabor es realmente excepcional: una explosión de dulzor para el paladar gracias a su elevada cantidad de azúcar (más que en las uvas convencionales) y a su toque justo de acidez.

 

Esta variedad de uva de mesa logra convencer año tras año a una buena cantidad de consumidores japoneses dispuestos a pagar su elevado precio, desorbitado incluso teniendo en cuenta que la fruta fresca es extremadamente cara en este país. Los primeros racimos de cada cosecha se consideran premium, ya que son los que pueden llegar a pesar 30 g (frente a los 20 g que suelen presentar otros racimos). 

 

En este sentido, cada cosecha de esta preciada fruta se divide en tres grupos: la superior, la especial superior y la premium. Así, el 90% de la producción se considera superior y su precio puede rondar entre los 70 € y los 130 €. Las especiales superiores suponen el 10% de la cosecha y su precio puede oscilar entre los 160 € y los 400 €, mientras que la premium se da en contadas ocasiones y su precio puede dispararse hasta los 12.500 € por racimo que se pagaron en una subasta reciente.

 

La Ruby Roman se cultiva en la prefectura de Ishikawa, que se encuentra en el centro de la isla y ocupa la mayor parte de la península de Noto. Tras un minucioso proceso de selección genética que ha durado varias décadas, los investigadores consiguieron lo que buscaban: crear una uva de extraordinario sabor pero también muy impactante visualmente. Para lograr estas codiciadas frutas, se cultivan en invernaderos donde se pueden controlar en todo momento factores como la temperatura, la humedad o la exposición a la luz solar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:lavanguardia.com

Sección: Comercio

Fecha: 16/10/2024

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