Tiahuanacu gesta una transformación silenciosa de la ganadería lechera
El cambio no solo se refleja en el volumen de producción, sino en una renovada visión del desarrollo productivo que combina la participación comunitaria, demostrando que es posible innovar sin perder las raíces culturales que caracterizan a esta región milenaria.
El municipio de Tiahuanacu está situado en el altiplano paceño, a 70 kilómetros de la ciudad de La Paz. Ocupa una superficie de 342,4 km2 y se encuentra a una altura de 3.840 metros sobre el nivel del mar. Según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda 2024, alberga a 13,568 habitantes que se encuentra distribuidos en 23 comunidades campesinas y tres centros poblados.
El Secretario Municipal Administrativo Financiero del Gobierno Autónomo Municipal, Alberto Cruz Quispe, destaca que su municipio se ha consolidado como una importante cuenca lechera en el departamento de La Paz. La producción láctea abastece principalmente a empresas transformadoras de derivados lácteos ubicadas en la ciudad de El Alto, como PIL, Delizia y Soalpro, además de emprendimientos locales. Entre el 90 y 95% de la producción se destina a estas industrias, evidenciando una cadena productiva bien establecida.
La autoridad señaló que la experiencia de las comunidades de Tiahuanacu revela una interesante transformación en su identidad productiva. Inicialmente, varias comunidades no se identificaban como zonas lecheras, sin embargo, el tiempo y la experiencia han demostrado su verdadero potencial en este rubro.
Un caso emblemático es lo que ocurrió con su comunidad Khasa Achuta, que tradicionalmente era conocida por su vocación turística y artesanal hasta 2005. “Decían que para producir (leche) la tierra tiene que ser grande, que la extensión es importante, pero eso no es determinante, sino las buenas prácticas y saber aplicarlas. Por eso les desafiaba como ingeniero zootecnista. Actualmente produzco 100 litros de leche diarios en siete hectáreas”, refirió el edil.
Su caso ilustra que el éxito en la producción lechera no depende exclusivamente del tamaño de la tierra, sino de la aplicación de buenas prácticas ganaderas y un manejo eficiente del ganado lechero.
Por su lado, Valerio Patti, Ejecutivo Cantonal de la Marka Tiahuanacu, destacó los importantes avances en el mejoramiento genético del ganado lechero que se está desarrollando en su municipio en los últimos años.
"Nosotros queremos producir como Santa Cruz, aunque el clima no nos favorece, pero pese a eso se están mejorando los ejemplares en el sector del Altiplano. Se han traído sementales para el municipio. Estas vacas lecheras pueden arrojar entre 16 y 17 litros (por día)”, resaltó.
Para que los animales puedan generar más leche, los productores de Tiahuanacu cuidan al detalle el manejo de forrajes, que es primordial para la alimentación del ganado. En ese contexto, han implementado técnicas de conservación mediante heniles, que son estructuras con forma de casas donde se preserva el alimento.
Pero no es el único tema al que le dieron importancia. El municipio de Tiahuanacu está a punto de iniciar operaciones de una innovadora planta de procesamiento de alimentos balanceados para ganado, con capacidad para producir 20 toneladas diarias y abastecer entre 20 a 30 mil cabezas de ganado.
Según el Secretario Municipal de Desarrollo Humano y Economía, Rony Mamani, el proyecto contempla el procesamiento de materias primas como maíz en grano, sorgo y soja, principalmente importadas de Santa Cruz y Cochabamba y la instalación de maquinaria completa. El inicio de operaciones está previsto para marzo de 2025 y su principal objetivo es reducir costos de producción no solo para los ganaderos locales, sino también a los municipios aledaños, quienes esperan pagar un costo por debajo de 150 bolivianos, que es lo que actualmente se gasta por quintal de alimento balanceado en el mercado.
“Estamos hablando de que la planta tendrá una capacidad para producir alimento para entre 20 a 30 mil cabezas de ganado En Tiahuanacu tenemos entre 5 a 10 mil cabezas de ganado, más o menos, lo que ha ido creciendo en los últimos años. Todavía estamos manejando datos del censo antiguo”, explicó.
El proyecto cuenta con el apoyo inicial del Fondo Nacional de Desarrollo Regional - FPS, con proyección de establecer posteriormente una empresa pública municipal para gestionar la producción y distribución de alimentos balanceados.
Apoyo a la organización y gestión municipal
Una característica distintiva de Tiahuanacu es su modelo de gestión participativa en la toma de decisiones sobre el desarrollo productivo. El municipio ha implementado el Consejo Municipal Económico Productivo (COMEP), una instancia que articula al gobierno municipal con el Consejo de Ayllus y Comunidades Originarias de Tiahuanacu (CACOT) organización que apoya y coordina en la planificación y ejecución de políticas productivas.
"Tiahuanacu es la única, a lo que yo he visto, que se caracteriza donde se toman decisiones desde las organizaciones sociales, la distribución de presupuesto, donde se presenta el presupuesto a la comunidad y la comunidad tiene que elegir su presupuesto anual", señala Cruz Quispe.
Entre los retos pendientes que tiene el municipio, se encuentra el centralizar y coordinar mejor los diversos programas de apoyo que provienen tanto del gobierno central como departamental. Además, el municipio enfrenta el desafío de la gestión del agua para proteger las zonas de recarga hídrica, que son vitales para la sostenibilidad de la actividad agropecuaria.
Cruz Quispe también destacó el trabajo que hizo la Fundación TIERRA desde el 2017, apoyando el fortalecimiento de las capacidades locales. El principal aporte fue la elaboración del compendio socioproductivo municipal en 2018, un documento que ha servido como base para el diseño de políticas públicas en el sector productivo. "TIERRA ha aportado bastante en el conocimiento y planificación de proyectos productivos en las comunidades", reconoce el funcionario municipal a la conclusión del proyecto “Creando cambios en políticas y prácticas municipales para el desarrollo agropecuario”, apoyado por IAF.
Yohony Mamani, técnico de la Regional Altiplano de la Fundación TIERRA, ponderó que el trabajo en Tiahuanacu se hizo reconociendo que los territorios son construcciones sociales que se desarrollan a partir de sus potencialidades, recursos y capital humano. En ese contexto, un logro significativo fue la capacitación de más de mil promotores y líderes locales que actualmente ocupan cargos de autoridad en sus comunidades, transformando la manera en que se concibe la planificación del desarrollo local, pasando de un enfoque basado en demandas inmediatas a una visión estratégica de largo plazo centrado en el desarrollo productivo.
“Se está priorizando la planificación, con una visión a largo plazo, enfocando el desarrollo productivo como una necesidad para promover el desarrollo local (…) y de esta manera mejorar las condiciones de vida de las familias”, aseguró.
También se promovieron espacios de reflexión y debate que han permitido a las autoridades locales participar activamente en la construcción de planes sectoriales y el Plan Territorial de Desarrollo Integral (PTDI). Los esfuerzos muestran resultados tangibles, como la organización de expoferias municipales donde los productores exhiben mejoras en la calidad genética de su ganado, evidenciando cómo el fortalecimiento de las capacidades locales se traduce gradualmente en mejores condiciones de vida.
La experiencia de Tiahuanacu destaca como un modelo de gestión participativa de presupuestos públicos, con énfasis en el desarrollo productivo que, si bien enfrenta desafíos, demuestra cómo la articulación entre el gobierno municipal, las organizaciones sociales y productivas, y la cooperación técnica puede generar resultados positivos en el desarrollo económico local.
Fuente: Ftierra
Sección: Economía
Fecha: 28/01/2025
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