YPFB advierte un déficit «exponencial» de combustibles por caída de producción y falta de planificación

El vicepresidente nacional de Operaciones, Ariel Montaño, alertó sobre el crecimiento exponencial del déficit energético del país, impulsado por una demanda interna, que no ha dejado de crecer en los últimos 15 años, y una producción nacional en constante declive. Según la autoridad, la falta de planificación en la última década ha dejado al país con un margen de maniobra limitado y una dependencia cada vez mayor de las importaciones.

 

«La demanda de combustibles en Bolivia ha crecido entre un 5% y 7% anual durante los últimos 15 años. En contrapartida, la producción nacional ha sido decreciente», sostuvo Montaño, en presencia de autoridades legislativas y representantes del sector energético. «Esto ha originado que YPFB deba importar cada año mayores volúmenes de diésel y gasolina para cubrir este déficit, un déficit que ha crecido de manera exponencial», advirtió.

 

El vicepresidente de operaciones no eludió la autocrítica institucional y subrayó que la actual administración heredó un escenario previsible pero inevitable, debido a los largos ciclos que implica incrementar la producción hidrocarburífera, desde las etapas de exploración hasta el desarrollo de campos.

 

«El contexto es complejo. La falta de planificación en el sector de la pasada década ha llevado a una situación de bastantes desafíos. Cuando la actual administración asume YPFB, se identifican algunas situaciones predecibles, pero ya inevitables», explicó Montaño.

 

Esta declaración se realizó en evento sobre la importación de combustible organizado por la estatal este martes en Santa Cruz. La actividad contó con la presencia de altas autoridades, incluyendo diputados y senadores, así como representantes del sector privado como Julio Faldín, vicepresidente regional de Argus Media, y Omar Alarcón, presidente de Yacimientos de Litios Bolivianos (YLB). Asimismo, se esperaba la incorporación del ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, y del presidente ejecutivo de YPFB.

 

Lo expresado por Montaño refuerza la narrativa oficial que busca justificar el incremento de las importaciones de combustibles, en un contexto en el que Bolivia enfrenta crecientes presiones fiscales y desafíos logísticos para mantener el abastecimiento interno.

 

Según fuentes del sector, el país destina anualmente más de 2.000 millones de dólares a la importación de carburantes, cifra que podría seguir en ascenso si no se materializan nuevas inversiones en exploración y recuperación secundaria de campos maduros.

 

Fuente: El Deber 

Sección: Economía 

Fecha: 23/04/2025

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