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  • miércoles, 12 marzo 2025
La ciudad de Bermejo vive un auge histórico por el ingreso de compradores argentinos

La ciudad de Bermejo vive un auge histórico por el ingreso de compradores argentinos

Cada día, y alentados por la devaluación del boliviano, ciudadanos argentinos cruzan la frontera por Aguas Blancas para llegar a la ciudad de Bermejo, en el sur del país, y realizar la compra de verduras, hortalizas, ropa, zapatos, hasta línea blanca o neumáticos.

 

Si bien este comercio siempre existió, con la diferencia de que antes resultaba más económico para los bolivianos ir a territorio argentino a comprar productos a bajo precio, desde el año pasado la afluencia hacia los locales comerciales en esa ciudad, dio un giro de 360 grados.

 

Y la razón radica en que, en la localidad de Bermejo, ahora es más económico para los argentinos comprar productos y llevarlos a su país.  El comercio formal o informal no cesa en esa región, pese a que las autoridades de Argentina, con el Plan Güemes, quieren reforzar el control para evitar el contrabando y el narcotráfico en este sector.

 

Bermejo está conectada a través de un puente internacional con la ciudad argentina de Orán, donde hay un Área de Control Integrado (ACI). El paso para los turistas tiene una franquicia de 300 dólares, en la que no se computan artículos como ropa, un celular, una notebook o una tableta. Quienes se pasan de ese valor, deben abonar un tributo, según autoridades argentinas.

 

También rige el tráfico vecinal fronterizo, un régimen especial establecido para pobladores de localidades aledañas a la frontera, como Orán, Aguas Blancas y Los Toldos. Y el régimen simplificado, para los pasadores de mercaderías con fines comerciales, conocidos como bagalleros, según reportó el medio El Tribuno de Salta.

 

En diciembre, el Gobierno argentino puso en marcha el Plan Güemes, con el cual la Prefectura Naval Argentina (PNA) patrulla por primera vez las aguas del Río Bermejo, un espacio que hasta ahora había sido controlado exclusivamente por la Policía de Bolivia. Con esto se busca frenar el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas, estableciendo una clara separación entre el control fronterizo vecinal, el control migratorio y la administración aduanera.

 

El presidente del comité cívico de Bermejo, Víctor Hugo Sánchez, indicó que el comercio entre ambas ciudades aún es fluido, las mercancías entran y salen desde ambos territorios, pero ahora sus autoridades exigen que todo el flujo de personas pase por el control migratorio.

 

“En la actualidad, el gobierno de Milei quiere poner orden y, bueno, los pasos ilegales donde no lo ve la autoridad yo creo no está prohibido, lo que está prohibido es hacer pillar. Como en cualquier frontera hay esos pasos, eso no creo que van a poder regular.  Nosotros exigimos una reunión binacional para que en común acuerdo ambos países pongan orden, porque hay un régimen provisorio, el cual tiene que acondicionar el paso fronterizo en la parte argentina”, subrayó Sánchez.

 

El dirigente contó que, por cuestiones cambiarias, antes era más conveniente traer productos desde Argentina, puesto que eran más baratos y de mejor calidad; por ejemplo, un bidón de aceite costaba 20 bolivianos, ahora allá vale 45 bolivianos; una bolsa de diez kilos de arroz tenía un valor de 25 bolivianos, y hoy solo el kilo está en 18 bolivianos. Dos cervezas argentinas costaban 25 bolivianos, pero ahora solo una tiene ese valor; el vino Toro que se podía comprar en 10 bolivianos, y por tres cajas, incluso venía con una gaseosa de regalo.

 

Uno de los factores, dijo, es que la moneda nacional, el boliviano, hoy vale menos; por ejemplo, un peso argentino antes equivalía a seis bolivianos y ahora el cambio es  a nueve, por eso es que se encarece el producto argentino. El tipo de cambio del dólar es de 12 bolivianos.

 

Por el contrario, de Argentina, los ciudadanos cruzan y compran todo tipo de mercaderías. “Hasta Coca-Cola llevan... En diciembre, llegó bastante choclo desde Cochabamba que se ha llevado a la Argentina”, contó. También compran electrodomésticos y vituallas.

 

Añadió que antes, las quintas que plantaban tomate botaban al río la cosecha de descarte, pero ahora “todo se vende”.

 

El presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, explicó que los 365 días del año hay un paso de personas y mercancías de manera formal e informal por esa frontera.

 

Cuando Argentina tenía crecimiento económico, estabilidad, sus productos eran baratos y había un flujo importante de bolivianos que viajaban al otro lado para traer diferentes mercancías a bajo costo.

 

Esto cambió cuando la economía del país vecino comenzó a presentar alza de precios e inflación, y si bien en Bolivia también hay presiones inflacionarias, sus productos son un 30% a 50% más baratos en Yacuiba o Bermejo y conviene llevarlos a la frontera.

 

“Esto se va a mantener, además se debe tomar en cuenta el tipo de cambio; por cada mil pesos argentinos el cambio era siete bolivianos, pero ahora está en nueve o 9,50 bolivianos. Esto es porque la moneda boliviana se ha depreciado y por eso aumentó el poder de compra del peso argentino y los ciudadanos de ese país pueden adquirir más productos”, puntualizó.

 

Según Romero, el comercio de contrabando se mantiene a pesar de los controles y el Plan Güemes que implementan autoridades argentinas y hay, por el contrario, un flujo mayor de productos que desde Bolivia salen con rumbo a ese país.

 

Un reportaje reciente del diario La Nación, en Bermejo, verificó la gran diferencia de precios, y por eso la avalancha de gente en la frontera. Además, en Bolivia se ofrecen mejores precios y se cobra hasta en moneda argentina.

 

Si bien los textiles y el calzado son, por lejos, los productos que más se compran; los electrodomésticos; los termos falsos, pero estampados con los logos de los más caros; y los neumáticos para autos, motos y bicicletas son los que seducen a los argentinos.

 

Una heladera grande, con dispensador de agua en la puerta se consigue por 520 mil pesos (como 3.400 bolivianos), cuando en la Argentina es difícil de conseguir una por menos de 800 mil pesos; mientras que un lavarropas de 13 litros, carga horizontal, tiene un valor similar, medio millón de pesos, la mitad que en el país.

 

Los aires acondicionados de tres mil frigorías, las estrellas del lugar, que en un comercio local empiezan a cotizar en alrededor de 700 mil pesos argentinos, en Bolivia se consiguen entre 300 mil y 330 mil pesos (2.151 bolivianos aproximadamente). Luego, a pasar el río.

 

Hay dos formas de llegar de Aguas Blancas a Bermejo y volver, según el reportaje de ese medio argentino. Una, la legal; la otra, la vía ilegal. A su vez, la primera, también tiene dos opciones. Se puede ir por agua, en botes pequeños, de madera y con un motor que se bate contra la corriente del río, llamados chalanas; o por el puente internacional, paso que se puede hacer en auto o a pie. Lo malo es que termina a unos tres kilómetros del centro comercial. Del lado argentino, en los dos lugares hay un puesto fronterizo que registra la entrada y la salida.

 

Ir en barco, de forma ilegal y sin pasar por ningún control, es el medio de transporte más frecuente. La razón es simple: en Bolivia no hay exigencias como para entrar y salir y, en la Argentina, los trámites llevan tiempo. Entonces, se ganan muchos minutos en chalana, de costa a costa, de centro a centro. Y los que cruzan, ganan dinero por ir y venir. Un dato más: cruzar en chalana cuesta mil pesos argentinos. Por esa cantidad, en cinco minutos se pisa Bolivia sin dejar ninguna huella.

 

Del otro lado, el desembarco es en la costa, e inmediatamente hay que subir una escalera que está sobre una muralla de piedras. La salida de la escalera es una bacanal de garrafas, hornallas y comida elaborada en vivo. Luego, la gente cruza la calle e ingresa por cualquiera de los callejones que hay en el lugar, entre decenas de tiendas.

 

La nota señala que en Bermejo todo se vende por docena y se elige a medias. Doce pares de zapatillas, mismo modelo, colores variados y en un combo que va del 40 al 45 cuesta 198 mil pesos (1.290 bolivianos), sin regatear, a razón de 16.500 pesos por par (107,5 bolivianos). La docena de poleras de fútbol se consigue a 55 mil pesos (358,5 bolivianos) y las de hacer deportes, entre 55 mil y 65 mil pesos (358,5 a 423,7 bolivianos). Las chamarras deportivas a 155 mil pesos (1.019 bolivianos) por docena y las camisas, en atados con una mezcla de tallas, a 10 mil pesos (65,1 bolivianos) cada una.

 

Algo que llama la atención en Bermejo, según el rotativo, es que en la región se acentúa en la segunda “í” y la palabra se convierte de grave en aguda. En esta ciudad es posible comprar zapatillas Kike –casi Nike–; chanclas Niker y zapatillas con cuatro tiras. También hay camisas Bcss –similar a Boss– y ropa interior Cdaluo Kshi, algo más alejado pero que intenta parecerse a Calvin Klein.

 

En las vidrieras, el cocodrilo   tiene una dentadura algo más feroz y el caballo de las poleras luce un trote algo difuso. Eso sí, sale mucho menos que cualquier producto textil argentino.

 

Plan Güemes

 

El 10 de febrero, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, asistió a la firma del contrato de construcción de la cerca que se alzará en una zona fronteriza con Bolivia en la localidad de Aguas Blancas (norte), que tendrá 200 metros de largo y unos 2,5 metros de alto, según EFE.

 

La canciller boliviana, Celinda Sosa, planteó al día siguiente un diálogo de “buena vecindad” con Argentina para abordar los temas en común e indicó que “cada país tiene sus políticas de defensa y de protección de sus fronteras como también (las) tiene Bolivia” y recordó que el plan que lleva adelante el Gobierno argentino también se aplica con Chile, Brasil y Paraguay.

 

La Canciller boliviana insistió en la necesidad de que Bolivia y Argentina consideren “que hay temas comunes” como la lucha contra el contrabando, el narcotráfico, la cuestión migratoria, el comercio y la provisión de energía, entre otros.

Sosa indicó que el Gobierno boliviano ha estado haciendo gestiones “para hablar y dialogar sobre estos temas” mediante su representación en Buenos Aires así como ante el embajador de Argentina en La Paz.

 

El Gobierno de Argentina anunció la instalación de la barrera el mes pasado para evitar pasos fronterizos ilegales, como parte del plan “Fronteras blindadas” del Ministerio de Seguridad argentino.

 

Este alambrado forma parte de las medidas contempladas en el llamado Plan Güemes, presentado por Bullrich a principios de diciembre en Salta, y que dijo tiene como objetivo combatir el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas.

 

Las 4 claves del comercio en el punto fronterizo

 
  • 1 CONEXIÓN. La localidad de Bermejo está conectada, a través de un puente internacional, con la ciudad argentina de Orán. 
  • 2 VIGENCIA. Rige el tráfico vecinal fronterizo, un régimen especial establecido para pobladores de localidades aledañas a la frontera. 
  • 3 OTRORA. Antes, por cuestiones cambiarias, era más conveniente traer productos desde Argentina, porque eran más baratos. 
  • 4 ACTUALIDAD. Los argentinos cruzan y compran todo tipo de mercaderías. “Hasta Coca-Cola llevan”, contó un entrevistado. 

 

Fuente: Vision 360

Sección: Economía 

Fecha: 11/03/2025

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