Acorralado por la creciente demanda de combustible y la presión de diversos sectores, el Gobierno admitió que no podrá garantizar el suministro total de diésel y gasolina debido a la escasez de divisas. Bolivia enfrenta una de las peores crisis de abastecimiento de su historia; en todo el país se registran largas filas en las diferentes estaciones de servicio. Para paliar esta situación la YPFB ofreció importar los carburantes como intermediario del sector minero y agrícola, para venderlo a precio internacional.

Esta propuesta fue rechazada por algunas organizaciones que desconfían de la empresa estatal y exigen la liberación total de las importaciones, lo que implicaría eliminar trámites burocráticos.

Además, la escasez ocurre en un momento clave para la economía: la cosecha de verano de granos. Esta campaña agrícola, que mueve más de $us 2.000 millones, corre peligro debido a la falta de diésel. Por ello, los sectores productivos exigen una solución urgente para garantizar la producción de soya y sus derivados.

Este grano es un producto esencial para el sector pecuario, ya que sus derivados son utilizados por avicultores y ganaderos, quienes proveen a los bolivianos de pollo, carne de res y cerdo.

En la actualidad, productores han instalado dos puntos de bloqueos: en Yapacaní y Concepción exigiendo el suministro de diésel.

No hay divisas

El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, dijo que la petrolera solo está despachando entre un 40% y 50% del combustible requerido, por lo que no es posible garantizar el suministro al 100% a los sectores productivos.

“La libre importación es algo que ya fue solicitado y que hace varios meses ya lo tenemos en el país”, explicó.

YPFB planteó facilitar la importación de combustibles para los sectores agropecuario y minero, usando sus empresas YPFB Logistica y Botrading.

“Es muy importante para nosotros el sector minero porque nos ayuda en la generación de divisas. Entonces, es una solución temporal que estamos ofreciendo para poder pasar este bache”, afirmó, agregando que la resolución definitiva dependerá de la voluntad de la Asamblea Legislativa para tratar los créditos pendientes.

El titular de YPFB también explicó la situación en la planta de almacenamiento de combustibles en el puerto de Arica, donde la capacidad de despacho ha aumentado de 70 a 150 camiones por día. 

“Hemos logrado descargar 12 buques y hoy el combustible que estamos ingresando al país proviene de nuestro puerto en Arica”, señaló.

No obstante, mencionó que hay alrededor de 500 cisternas con combustible detenidas a la espera de pago, lo que genera retrasos en la distribución.

En los próximos días, según Dorgathen, YPFB procederá con los pagos pendientes para liberar las cisternas y garantizar el abastecimiento de combustible a la población.

El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, señaló que actualmente existen dificultades para contar con las divisas necesarias para la adquisición de combustibles y poder cubrir la demanda, sobre todo del sector productivo.

“Estamos con volúmenes inferiores a los que tiene nuestro programa de demanda, y obviamente eso nos genera situaciones que no nos permite cumplir al 100% de abastecimiento (de combustible) en los diferentes sectores”, dijo.

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que esta situación se venía venir por caída de la producción de la estatal YPFB y que no se podía ocultar “el sol con un dedo”. Además, dijo que desde hace meses se planteó la libre importación de combustible, pero los trámites “son engorrosos”.

En ese sentido, planteó al Gobierno realizar un ajuste en su inversión pública para poder viabilizar la compra de carburantes y dejar de lado proyectos de industrialización en el sector hidrocarburifero.

Sostuvo que esto es un problema estructural de divisas que viene acarreando hace 24 meses.

A esto se suma que el Gobierno no facilita la importación de combustible al sector privado.

Reacciones

El presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores (Adepor), Jorge Méndez, criticó duramente al Gobierno por la escasez de combustible y afirmó que el sector privado está en condiciones de importar diésel y gasolina para solucionar el problema de manera inmediata.

Méndez señaló que la crisis de abastecimiento se debe a la falta de recursos del Estado y que la solución está “a la vuelta de la esquina” si el Ejecutivo elimina las restricciones burocráticas para la importación.

“El año pasado ya se aprobó la libre importación y comercialización de carburantes, pero el problema está en el reglamento, que impone más de 50 requisitos”, explicó el productor.

El líder de Adepor cuestionó que el Gobierno insista en mantener el control sobre los combustibles cuando “no tiene dinero para solucionar el problema”.

En este sentido, propuso que se declare al diésel y la gasolina como sustancias no controladas, lo que eliminaría 33 requisitos adicionales y permitiría a los empresarios importar directamente. “Si se hace eso, mañana mismo hay combustible”, aseguró.

Asimismo, calificó como “otra mentira del Gobierno” la propuesta de proveer combustible a los sectores minero y agropecuario a precio internacional.

“Como el Gobierno ya reconoce que no puede resolver el problema, lo mejor sería que deje que lo haga el sector privado”, concluyó.

El presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Pablo Camacho, expresó su preocupación ante el reconocimiento de YPFB de que no podrá garantizar el abastecimiento de combustible. Advirtió que esta situación afectará gravemente a la economía del país, comprometiendo la cosecha de verano, la producción industrial y la distribución de alimentos.

“Hoy nos preocupa qué va a pasar con la cosecha de verano, con el transporte, con la alimentación y con la exportación. La falta de combustible impacta en toda la cadena productiva”, afirmó Camacho en entrevista.

Ante esta crisis, la CNI ha convocado a una cumbre público-privada para abordar la situación y debatir el futuro de la subvención de hidrocarburos.

“El sinceramiento del Gobierno es importante, pero llega tarde. Necesitamos sentarnos junto con la Asamblea Legislativa, los empresarios y los candidatos a las próximas elecciones para tomar decisiones urgentes”, señaló.

Camacho insistió en la necesidad de aprobar reformas estructurales, como una nueva Ley de Inversiones y una actualización de la Ley de Hidrocarburos, para atraer inversiones y garantizar la estabilidad energética del país.

“No hay diésel más caro que el que no se tiene. Debemos discutir cómo, a quién y a cuánto se subvenciona”, remarcó.

Sobre la posibilidad de que los privados importen combustibles a precio internacional, el líder industrial cuestionó la burocracia impuesta por el Gobierno y la falta de incentivos para que el sector empresarial participe en la solución del problema.

Mario Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), molesto sostuvo que el Gobierno es un irresponsable al indicar, luego de tantas mentiras, que no tienen el dinero suficiente para garantizar combustible al sector agropecuario y que para no perjudicar al sector les ofrecen seguir importando a precio internacional para venderles a esos valores.

“No vamos aceptar que YPFB sigua lucrando con nosotros. Exigimos liberación plena, que el Gobierno nos deje a los privados comprar y comercializar la gasolina y diésel. Ya no queremos la presencia de Yacimientos que ahora, después de tanta ineficacia, quiere aparecer como el salvador y seguir recibiendo nuestro dinero. Da mucha rabia todo este abuso, se debe hacer un juicio de responsabilidad a estos sinvergüenzas por haber derrochado nuestros recursos y mentir sistemáticamente y esperar hasta último momento para dejar sin reacción al agro”, criticó Moreno.

Fuente: El Deber 

Sección: Economía 

Fecha: 11/03/2025