Uruguay: Se encienden más alarmas con la reducción de la demanda de soja en China
La baja demanda de China viene siendo un dolor de cabeza a nivel global en muchos mercados diferentes: siendo la segunda mayor economía del mundo, su comercio dinamiza de manera importante los intercambios de bienes y servicios de una gran cantidad de países, entre ellos, Uruguay. En ese sentido, la reducción de las proyecciones de demanda de soja esperada por parte del gigante asiático también es una mala noticia para el país.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ajustó a la baja las proyecciones previas de importaciones de soja de China, y estimó que, si bien se mantendrá estable en el período 2024/2025, este año comprará 103 millones de toneladas, en lugar de las 105 millones esperadas.
Para el año que viene, en tanto, el ajuste fue de 109 a 103 millones de toneladas. De esta manera, el récord se mantendría en los 104,5 millones de toneladas de 2022/23.
Asimismo, el consumo doméstico fue reducido en la misma proporción, 6 millones de toneladas menos que en la anterior previsión del USDA, para situarse en 120,8 MT.
¿Qué significa esto para Uruguay?
La confirmación de una menor demanda de productos primarios siempre es, para el país, una mala noticia; más aún si proviene del principal mercado de colocación de este tipo de bienes para Uruguay.
Al respecto, el mercado exportador ya viene sufriendo las consecuencias de la desaceleración de la economía china, principalmente en lo que respecta a las colocaciones de carnes y derivados. Un flagelo que se ve profundizado por la caída en los precios de los commodities, que perjudica aún más el comercio local.
Si bien desde hace varios meses que Brasil la destronó en la cima de la lista, China todavía sigue siendo un actor fundamental en la economía uruguaya, por lo que desde el territorio se observa con atención el devenir del gigante asiático.
Por eso, tampoco pasó desapercibido el hecho de que, durante junio y a pesar de que las exportaciones de ese país crecieron a su ritmo más rápido en quince meses; las importaciones se contrajeron inesperadamente, una vez más por la demanda interna debilitada.
Sobre los datos comerciales contradictorios, además, los analistas advierten de que aún no se sabe si las fuertes ventas de exportación de los últimos meses podrán mantenerse, dado que los principales socios comerciales se están volviendo más protectores y elevando los aranceles a los productos chinos.
Así, las alarmas se encienden una vez más luego de que las importaciones chinas alcanzaran en junio su nivel más bajo en cuatro meses, con una contracción del 2,3%, frente al aumento previsto del 2,8% y el incremento del 1,8% del mes anterior, lo que pone de manifiesto la fragilidad del consumo interno.
Fuente: Ámbito
Sección: Mundo
Fuente de imagen: Internet
Fecha: 16/07/2024
