La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) mediante todos sus subsectores agremiados constataron que la falta de dólares y diésel se convierten en los factores determinantes para que actualmente se cierren varias unidades productivas, situación que en definitiva provoca zozobra en la seguridad alimentaria nacional.
“Esto es muy riesgoso para nuestro país y va en contra del crecimiento y desarrollo de nuestra sociedad, porque lejos de avanzar puede repercutir en retrocesos que nos costarán años en recuperar la capacidad productiva perdida”, afirmó el presidente de esta institución, José Luis Farah.
La entidad agregó otros problemas como la falta de acceso a la biotecnología y el incremento de los precios de los insumos agropecuarios.
La CAO considera que el Gobierno nacional es el único responsable de estas dificultades y la crisis actual, por tanto, es el llamado a buscar la solución. En refuerzo a esta afirmación aducen que desde hace tiempo advirtieron a los administradores del Estado con el riesgo de disminución en la producción de alimentos, pero estas advertencias nunca fueron atendidas y en su lugar impusieron medidas restrictivas en contra del sector agropecuario nacional.
Casos puntuales
ANAPO
Fernando Romero, presidente de la Asociación de Productores de Oleginosas y Trigo (Anapo), afirmó que en 30 años, el 2024 fue el peor año de producción agrícola para el país debido al cambio climático, eventualidad que generó la pérdida de 800.000 toneladas de soya, la mayoría destinada a la exportación.
A esto se suma el millón y medio de toneladas de pérdidas de cultivos de rotación de invierno, principalmente el trigo, cuyo impacto es directo en el mercado interno.
“Ante esto siempre pedimos el tema de biotecnología, como un elemento básico para la producción y el desarrollo del sector, con impacto en los otros sectores”, dijo.
El dirigente expresó también la preocupación de su rubro sobre las recientes declaraciones del Ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Santos Condori sobre la posible aprobación del evento HB4 en soya (tolerante a sequía) para el 2025, con lo cual el productor la tendría a disposición para el 2026.
“Dos años más señores esperando con ansiedad un evento tecnológico que puede darle seguridad a la inversión de los productores y dar mayor productividad para que las cadenas productivas que están completamente desabastecidas tengan sus insumos importantes. Vemos con preocupación esto, porque se les ha presentado a todas a las entidades del Estado hojas de ruta críticas para la aprobación de la biotecnología de forma ágil, inmediata y responsable. Por un lado, la parte técnica, el impacto a la biodiversidad, el impacto al ser humano y por otro lado, la ruta normativa, donde sí existen elementos en la normativa boliviana que permiten la ágil aprobación de estos eventos”, detalló.
A esto, Romero, sumó el hecho que Bolivia, respecto al uso de biotecnología debería estar a la par de otros países componentes del Mercosur, como Brasil, Argentina o Paraguay que trabajan con más de 46 eventos plenamente aprobados y homologados, cuando Bolivia solamente tiene uno (RG con resistencia al herbicida Glifosato aprobado en 1996).
FEDEPLE
Por su parte, Eduardo Cirbián, presidente de la Federación Departamental de Productores de Leche (Fedeple) aseguró que la actual baja en la producción láctea nacional, no es un asunto estacional, pues el productor no pone el precio al consumidor final, esto lo determina la industria.
“Por lo tanto, la industria no ha ajustado sus precios para cubrir sus costos, el problema es menor volumen de leche entregada a la industria. El volumen de leche entregado por los afilados de Fedeple en 2021 fue de 117 millones de litros, para el 2024 la proyección de volumen es de 93 millones, es decir, un 20% menos de la leche en los últimos dos años”, precisó.
Cirbián fue tajante al afirmar que, con esto el sector lechero ha retrocedido productivamente diez años en la entrega de su producto, es decir, niveles del 2013.
Así, reconoció que esta baja productiva se debe a dos factores, el primero referido a que los insumos empleados son importados, cuyos precios se incrementaron en más de 30% por la dificultad de falta de dólares para su importación. A esto se suma el precio de los granos que han incrementado su valor.
Bajo esta situación, los productores lecheros locales exigen que la industria incremente el precio de compra de su producto en un 30%, permitiendo de esta manera estabilizar sus costos de producción básicos en la alimentación de sus animales.
ADA
Omar Castro, presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA), reconfirmó el estado de emergencia que vive su sector, debido a la falta de abastecimiento de granos, en especial el maíz, principal insumo alimenticio avícola, el cual es productivamente deficitario hace varios años.
También citó que, la falta de dólares incrementa sus costos de producción, y la importación de aves reproductoras, situación que impactará negativamente en un 10% en la oferta de pollos en el primer trimestre del 2025.
“A esto escuchamos del Gobierno decir que Emapa es la solución, y resulta que nosotros tenemos una producción deficitaria con cerca de 600.000 toneladas menos de lo que requieren los productores pecuarios. Pero se empeñan en decir que Emapa provee y garantiza la producción de este grano y que por ende no pude subir el precio del pollo. Hay que dejar en claro que Emapa compra de la misma producción deficitaria, no contribuye en nada para cubrir el hueco en estas 600.000 toneladas deficitarias, y el sector beneficiado con este maíz subvencionado solamente es capaz de producir el 20% de la cadena pecuaria a nivel nacional, incluidos avicultores. porcicultores y lecheros.
Castro también denunció una actitud discriminatoria y agresiva de parte del Gobierno hacia ADA Santa Cruz, que es el encargado del 65% de la producción de pollo a nivel nacional, del 95% de los pollitos que van a engorde y del 55% de la producción de huevo.
“Resulta que de un producto que tiene excedentes en el país, que se exporta y que no es subvencionado como la torta de soya, nos recorta el 25% de lo que solicitamos como asignación y esto va completamente en contra ruta y anula el doble discurso del Gobierno donde pregona la seguridad alimentaria. Porque resulta que la avicultura en Santa Cruz en los últimos tres años ha crecido cerca del 28%, y le cortan el 25% de asignaciones, entonces ¿dónde está ese discurso de seguridad alimentaria cuando nos bloquean la producción y nos desincentivan?”, manifestó.
ADEPOR
Jorge Méndez, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores (Adepor) señaló que, antes el Gobierno afrontaba problemas macroeconómicos como la falta de dólares o el déficit fiscal, pero ahora está generando una crisis política en el país cuya manifestación son los actuales paros y bloqueos carreteros en el país, situación que afecta en el abastecimiento de productos agropecuarios.
“No existe incentivos de parte del Gobierno, donde se ponen trabas. No hay créditos con los cuales podamos reactivar el sector agropecuario. De manera que a la crisis económica se aumenta la crisis política que sólo trae inestabilidad, y con esta no se puede trabajar”, dijo.
Méndez, señaló que, la falta de insumos conlleva a una baja productiva. Concretamente, este rubro pide la asignación de 5.000 toneladas mensuales y sólo nos dieron 3.500, que cumplió el Estado, pero el faltante la podíamos comprar en la industria aceitera a mayor precio, hoy en día la única manera de resolver este problema -dijo- es abastecerse del contrabando.
Finalmente, el dirigente sin especificar cifras advirtió la inminente caída en la producción que se verá reflejada en el abastecimiento a los mercados.
CONCABOL
El director de la Confederación Nacional de Cañeros de Bolivia (Concabol), Juan Carlos Rojas, indicó que también el sector al que representa se encuentra en estado de emergencia, debido a que la actual zafra, que debería tener actualmente un 50% de avance (en 170.000 hectáreas), se ralentiza debido a la falta de suministro de diésel.
“Estamos haciendo malabares con los productores que tienen un poco de diésel para seguir realizando las labores. En ellos nos estamos amparando para que no falte la caña”, enfatizó.
A pesar de esta situación adversa, Rojas garantizó la normalidad en la producción de azúcar, mientras que, la producción de etanol sería más susceptible a la baja.
ASOHFRUT
Nué Morón, presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas y Frutas (Asofrut) indicó que el 2024 fue un mal año para los fruticultores, que sufrieron los embates de la sequía con pérdidas de hasta el 90% de su producción, como aconteció en el municipio de Porongo, situación que compromete negativamente el 20% de la producción de fruta local.
Mientras, en el caso de las hortalizas, Morón señaló que, la falta de carburante y de divisas, causa imposibilidad de seguir produciendo, debido a los caros costos de los insumos como los agroquímicos (herbicidas y fungicidas) que reportaron aumentos de hasta un 50 %.
“La solución está en que el Gobierno abastezca con carburantes, porque sin estos no podemos preparar nuestros suelos y transportar nuestras hortalizas al mercado central”, acotó.
Fuente: Prensa SCA
Periodista: Luis E. Reyes Ortiz Mérida.
Fecha: 01/08/2024