
La agricultura familiar es una alternativa frente la escasez de alimentos en Bolivia
Ante la actual escasez y sobreprecio de alimentos como el tomate, la cebolla y la papa, Suelin Peña, directora del Centro de Ecología Aplicada “Simón I. Patiño” (CEASIP) explicó la alternativa que representa que la población nacional pueda generar sus propios alimentos mediante la implementación de huertos familiares, tendencia agroproductiva de fuerte arraigo popular e impacto económico en países como Perú.
Al margen de la actual coyuntura de falta de oferta comercial de los productos agrícolas ya citados, Peña rememoró que la alternativa de los huertos familiares comenzó a ser de interés en Bolivia desde la pandemia suscitada por el Covid -19 el año 2020.
“Desde la pandemia se levantó la conciencia colectiva de poder producir nuestros propios alimentos. Entonces los huertos urbanos y los huertos familiares nacen como una alternativa de respuesta”, explicó.
Así, Peña graficó que generar un huerto propio no necesita de mucho espacio, pues se puede producir en solo una maceta hortalizas como lechugas, espinacas e incluso tomates y sus variantes como el tomate cherry.
Recayendo nuevamente en el actual panorama de escasez de hortalizas y tubérculos en los mercados nacionales, la directora del Centro de Ecología Aplicada “Simón I. Patiño” destacó que, situaciones como la reciente sequía que asolo Bolivia, serán a la postre fenómenos climáticos de mayor recurrencia en Bolivia, y que, junto con varios conflictos sociales, conforman una nueva realidad nacional.
“La Fundación (Simón I. Patiño) viene generando huertos ecológicos hace más de quince años, empezando con huertos escolares implementadas en distintas unidades educativas, utilizando estos como una herramienta de educación. Por ejemplo, el tema de las matemáticas entra en estos huertos, por eso, enseñamos a los estudiantes como calcular cuanta semilla usar o cantidades de hojas en las plantas, y la vez generar el contacto y conciencia de los niños respecto a la tierra y una alimentación más saludable”, indicó.
Para este cometido, según la profesional, este centro ecológico ha generado material audiovisual donde se enseña, por ejemplo, técnicas de como separar los residuos orgánicos para convertirlos en compostaje para la producción de hortalizas mediante la regeneración del suelo y mantener sus nutrientes.
“También promocionamos huertos de producción sostenible en las dos recientes versiones de Agropecruz, esto para crear más estrategias de conciencia sobre una producción amigable y sostenible”, dijo.
Rentabilidad y sotenibilidad orgánica
Consultada sobre qué tan rentables y sustentables son estos huertos familiares en Bolivia, Peña recalcó que se debe seguir creando conciencia al respecto a la diferencia de los huertos orgánicos respecto a la producción convencional.
“En la producción convencional se utilizan bastantes agrotóxicos para controlar plagas. Sin embargo, en una producción orgánica entra en juego más la producción manual para el control de de plagas o productos de control biológicos. Todavía está en creación ese mercado que realmente valore la diferencia de productos generados orgánicamente y un producto desarrollado convencionalmente, ese es un valor agregado que deben tener estos productos”, apuntó.
Además, citó que la hidroponía también se percibe como una alternativa de producción orgánica a mayor escala, la cual tiene un costo de inversión inicial alto, pero con resultados positivos, como la acuaponía para producir carne de pescado.
“La agricultura familiar va a seguir despegando y presentándose como una alternativa para la producción de alimentos mientras reduzcamos la huella de carbono, aminoremos los impactos climáticos, y así poder asegurar la alimentación en todas las familias”, concluyó.
Fuente: Prensa SCA
Periodista: Luis E. Reyes Ortiz Mérida.
Fecha: 14/06/2024
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