El polémico alambrado perimetral de 200 metros lineales que fue anunciado por la administración de Javier Milei en el poblado norteño de Aguas Blancas, en el paso fronterizo entre Argentina y Bolivia, corre.
Y es que ayer, la ministra de Seguridad de la Nación de Argentina, Patricia Bullrich, se trasladó hasta la zona donde comenzarán a emplazar la valla de Aguas Blancas en la provincia de Salta y participó de la firma de contrato de la construcción de la cerca proyectada en el marco del Plan Güemes.
Allí, en compañía del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y con pala en mano, colocó el poste o la columna fundacional de la obra divisoria entre ambos países vecinos.
“Estamos poniendo el primer poste para el alambrado, para la cerca que va a permitir ordenar la entrada, para que todo el mundo pase por el paso legal y no pasen por pasos informales”, enfatizó la titular de Seguridad.
Siguió: “Esta licitación que acaba de abrir aquí el interventor de Aguas Blancas junto al gobernador de la provincia implica ordenar y generar tranquilidad para los vecinos de Aguas Blancas, Orán y Todos Santos”.
En este punto, Sáenz mostró a Bullrich el viejo cerco de menor magnitud que existía en la zona y remarcó que el alambrado que ahora será emplazado “lo único que busca” es que la población que “pasa para Bolivia y viene de Bolivia y va a Argentina tenga un solo lugar por donde ir (…) y se sepa qué llevan y traen”.