La gripe aviar ha golpeado a los Estados Unidos en los últimos meses, afectando principalmente al ganado y aves en distintas zonas del país. Según informes del Departamento de Agricultura de los EE. UU., el brote de H5N1 ha infectado a casi 300 rebaños de vacas lecheras en todo el país durante los últimos 10 meses, con California y Colorado como focos principales. En paralelo, se han informado 18 casos humanos de H5N1 en Estados Unidos en 2024, lo que refleja un riesgo latente.
La mayoría de estos casos están asociados con el contacto directo con animales infectados, principalmente aves y ganado, pero lo más preocupante es que algunos casos, como el registrado en Missouri, no tienen un vínculo claro con la exposición a animales enfermos, lo que sugiere que el virus puede estar circulando de manera más amplia de lo que se detecta actualmente.
A pesar de los esfuerzos para contener la propagación de la gripe aviar en animales, la persistencia del virus H5N1 en el ganado estadounidense es una señal de alerta cuya amenaza va en aumento. Los modelos predictivos indican que la situación actual puede empeorar con la llegada del invierno, lo que podría desencadenar una nueva fase en el desarrollo de esta epidemia en granjas.
Riesgo en invierno
Con la llegada del invierno, el riesgo de una epidemia de gripe aviar en humanos se incrementa notablemente. Un modelo predictivo desarrollado por Airfinity sugiere que el riesgo de un evento de fusión entre la gripe estacional y la gripe aviar H5N1 aumentará en casi cinco veces durante esta temporada. Este incremento, calculado en un 479 por ciento, es el resultado de varios factores que coinciden en los meses más fríos: el aumento de los casos de gripe estacional en humanos, la persistencia del H5N1 en el ganado, y la interacción frecuente entre trabajadores agrícolas y animales infectados.
El modelo predictivo se centra en los trabajadores agrícolas, quienes corren el mayor riesgo de infección debido a su constante exposición tanto al ganado como a la gripe estacional. El riesgo no radica únicamente en contraer una gripe o la otra, sino en la posibilidad de que ambos virus coexistan en un mismo individuo, lo que podría desencadenar un evento entre virus reasortantes (que se combinan y mutan). Este proceso biológico ocurre cuando dos cepas diferentes de un virus, como la gripe estacional y la gripe aviar, infectan la misma célula y combinan segmentos de sus respectivos genomas para crear una nueva cepa viral. Es este tipo de evento el que ha generado pandemias de gripe en el pasado, como la de 2009 con el H1N1.
El modelo predictivo y el riesgo
El modelo utilizado por Airfinity combina datos históricos sobre casos de gripe estacional, brotes de gripe aviar en el ganado, y la frecuencia de contacto entre trabajadores agrícolas y animales infectados. Utilizando técnicas de aprendizaje automático, el modelo calcula la probabilidad de que un trabajador agrícola se infecte con gripe estacional y H5N1 simultáneamente. A partir de ahí, estima la posibilidad de un evento entre los mencionados virus reasortantes que pueda producir una nueva cepa híbrida. Este enfoque basado en datos permite evaluar el riesgo durante diferentes estaciones del año, y los resultados indican que el invierno es el momento más crítico para un evento de este tipo.
Aunque la gripe estacional ya es una preocupación constante durante el invierno, la coexistencia de un brote de H5N1 en el ganado aumenta considerablemente las posibilidades de que ambos virus se combinen. Si esto sucediera, el virus resultante podría adquirir características que lo hagan más transmisible entre humanos, aumentando el riesgo de una pandemia.
El peligro de la combinación de virus
El virus de la gripe es altamente mutable, lo que significa que las diferentes cepas que circulan cada año presentan ligeras variaciones genéticas. Sin embargo, cuando dos virus diferentes infectan el mismo huésped, pueden intercambiar grandes segmentos de su material genético. Este tipo de combinación es particularmente peligrosa, ya que puede generar un nuevo virus que no solo sea más transmisible, sino también más virulento, es decir, que cause una enfermedad más grave.
El H5N1 no se transmite fácilmente entre humanos en su forma actual, pero es altamente letal en las personas que lo contraen. Si este virus llegara a combinarse con una cepa de gripe estacional que ya es altamente transmisible, el resultado podría ser una pandemia con consecuencias ahora imprevisibles. Este es el escenario que las autoridades sanitarias y los científicos temen, y la razón por la cual se están tomando medidas preventivas.
Estrategias propuestas
Ante la posibilidad de un evento de reasortamiento, los expertos han planteado diversas estrategias para mitigar el riesgo. En primer lugar, se ha comenzado a vacunar a los trabajadores agrícolas contra la gripe estacional. Otra propuesta es vacunar al ganado contra la gripe aviar, una estrategia que aún está en fase de discusión pero que podría reducir la carga viral en animales y, por ende, la posibilidad de que los trabajadores se expongan al virus.
Además, se ha hecho hincapié en la necesidad de ampliar las capacidades de diagnóstico para detectar infecciones de H5N1 tanto en animales como en humanos. Actualmente, la mayoría de las pruebas pasan por el CDC americano, pero los expertos sugieren que los laboratorios clínicos locales deberían tener la capacidad de realizar estas pruebas para mejorar la detección temprana.
Asimismo, se han propuesto campañas de concienciación para educar a las personas sobre los riesgos de tocar aves enfermas o muertas, un vector común de transmisión.
Fuente:gacetamedica.com
Sección: Investigacion
Fecha: 21/10/2024